IRZA
Chilpancingo, Gro. La señora Roberta Evangelista lamentó y condenó este lunes que, a ocho años de los trágicos sucesos en Iguala, entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre de 2014, jamás los ha atendido.


Doña Roberta Evangelista es madre del jugador de Los Avispones de Chilpancingo, David Josué García, quien murió por impactos de bala en esos esos en Iguala, en el crucero de Santa Teresa, cuando iba a bordo del autobús que trasladaba a su equipo a esta ciudad capital.


Este lunes, en el octavo aniversario de esa tragedia, jugadores, cuerpo técnico y miembros de la mesa directiva de este club deportivo le rindieron un homenaje luctuoso a su hijo, el «Zurdito», y a Víctor Manuel Lugo, chofer del autobús que trasladaba a los futbolistas a Chilpancingo, cuando los atacaron a balazos.


En la cancha de Los Avispones, contó: «Nos dicen que fue una confusión y yo no creo que haya sido así porque el autobús en que viajaban (jugadores y cuerpo técnico), era de una empresa particular y no era de pasajeros como los que tenían los normalistas de Ayotzinapa».


El homenaje póstumo a su hijo fue en el campo del estadio que precisamente lleva el nombre de David Josué García, donde jugadores, directivos del club y el ex director técnico de aquel equipo, Pedro Rentería Lujano, quien resultó herido de bala en el abdomen en esos hechos, colocaron una ofrenda floral en la placa que lleva el nombre del «Zurdito».


Doña Roberta Evangelista exigió a las autoridades el esclarecimiento de los hechos y castigo a los responsables. «Yo sigo pidiendo justicia por mi hijo y por todos los caídos de esa noche y, sobre todo, por el esclarecimiento de los hechos», aseveró.


Pedro Rentería Lujano dijo: «Veníamos felices de haber obtenido ese triunfo cuando nos agredieron». No atacaron a balazos y nadie de nosotros teníamos como defendernos».

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