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Sharm el Sheij, Egipto. El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este miércoles desde la COP27 de Egipto que no puede haber «seguridad climática en el mundo sin una Amazonía protegida».


Tras el fuerte avance de la deforestación bajo el mandato de Jair Bolsonaro, el dirigente de izquierdas prometió en la cumbre anual del clima de la ONU que «el combate contra el cambio climático tendrá el más alto perfil en la estructura» de su próximo gobierno, a partir de su toma de posesión el 1 de enero.


Lula afirmó que su «primera iniciativa» será convocar a los países de la cuenca amazónica para que «puedan por primera vez hablar de forma soberana de la promoción del desarrollo integral de la región, con inclusión social y mucha responsabilidad climática».


Esta convocatoria es similar a la que desearía organizar a inicios de año el presidente colombiano Gustavo Petro, quien hace una semana anunció en Sharm el Sheij, junto a su homólogo venezolano Nicolás Maduro, una gran iniciativa regional para proteger la Amazonía.


La segunda iniciativa de su equipo, prosiguió Lula, será proponer la celebración de la COP30 de 2025 en una ciudad de la Amazonía brasileña, tal como anunció por la mañana en un primer acto público en Egipto.


El dirigente enfatizó que el sector agropecuario, favorecido por Bolsonaro y responsable en parte de la deforestación, puede ser «un aliado estratégico» y destacó que «no es necesario deforestar ni siquiera un metro de selva para seguir siendo uno de los mayores productores de alimentos del mundo».

El presidente electo aclaró que su gobierno fortalecerá la alianza por la preservación de los bosques tropicales cerrada la semana pasada por el gobierno de Bolsonaro con la República Democrática del Congo e Indonesia.

E igualmente defendió su decisión, anunciada este miércoles, de crear un novedoso ministerio de Pueblos Originarios «para que los propios indígenas presenten al gobierno propuestas».

«Los pueblos originarios» de la Amazonía, donde viven casi 30 millones de brasileños, «deben ser los primeros protagonistas de su preservación» y también sus primeros beneficiarios, dijo Lula.

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