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Franja de Gaza. El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó el lunes que Israel no aceptaría un cese de hostilidades con Hamas en la franja de Gaza y que seguiría adelante con sus planes para acabar con el grupo.
Netanyahu dijo que en todas las guerras hay víctimas civiles involuntarias y que el asalto de Israel a Gaza, controlada por Hamas, era una batalla entre «la civilización y la barbarie». También pidió a los aliados del estado israelí que lo respalden.
El ministro de Defensa de Netanyahu, Yoav Gallant, y su ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, también se dirigieron a los periodistas en una rueda de prensa llevada a cabo en Tel Aviv.
Dermer dijo que la coordinación de Israel con Estados Unidos en su lucha contra Hamas no tenía «precedentes en la historia» y que su relación con Rusia era complicada.
Gallant afirmó que en la Cisjordania ocupada sólo el Ejército y la policía israelíes están autorizados a usar la fuerza.
Con respecto a la cuestión de los rehenes que Hamás mantiene en su poder en Gaza, Netanyahu dijo que «toda nación civilizada debería apoyar a Israel y exigir que estos rehenes sean liberados inmediata e incondicionalmente».
«Hamás también está impidiendo por completo y despreciablemente que los ciudadanos extranjeros abandonen Gaza; Hamas mantiene a más de 200 rehenes israelíes, entre ellos 33 niños, reteniéndolos, aterrorizándolos, manteniéndolos como rehenes», afirmó.
«Toda nación civilizada debería apoyar a Israel y exigir que estos rehenes sean liberados inmediatamente e incondicionalmente», manifestó el primer ministro israelí.
Netanyahu volvió a insistir en que Israel ha instado a los civiles palestinos a que abandonen las zonas donde se están librando combates – en concreto el norte de Gaza y la ciudad de Gaza- y se desplacen hacia el sur, pero, según dijo, «Hamás se lo está impidiendo a punta de pistola».
«Vamos a enviar a Hamás al basurero de la historia; ese es mi objetivo y mi responsabilidad y es algo que creo que une a todo el país», señaló Netanyahu en relación a una pregunta acerca de la pérdida de apoyos que está experimentado en la opinión pública israelí.