Por: Álvaro Venegas Sánchez

Oleada inesperada de protestas. Al conocerse la iniciativa enviada a la cámara de senadores para reformar el Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado, la preocupación cundió en el magisterio. Dos puntos aglutinaron y prendieron la inconformidad hasta en estados con escasa presencia de la CNTE: 1) querer incrementar la aportación del trabajador considerando el salario integrado (sueldo base y compensaciones) para mejorar el servicio de salud; 2) aumento de años de edad para ejercer el derecho a jubilarse.


Las secciones de Zacatecas de por sí estaban ya movilizadas, Chiapas y Oaxaca habían anunciado su jornada de lucha, enumerado los motivos y siempre son acompañados por maestras y maestros de la ciudad de México y de otros estados; pero qué pasó en secciones del sindicato consideradas “institucionales”? Los dirigentes del SNTE ¿no habrían explicado bien, la base entendió mal, simple desconfianza a ellos y por ende al director del ISSSTE, Martí Batres y a los senadores? Lo que haya sido, el asunto fue que la presidenta Sheinbaum tuvo que poner pausa y realizar mesas de trabajo con los maestros: “No se va aprobar la norma hasta que quede claro y estén de acuerdo”, “tiene que haber mucha información para que no haya malos entendidos de cuál es el objetivo de las reformas que se están planteando”

La CNTE, por desconfianza, prefiere que la iniciativa se retire. No creo sea buena idea retirarla y dejar que el ISSSTE continúe como está. Si hay apertura y va aprobarse hasta que los maestros estén de acuerdo, lo mejor es aprovechar para mejorar o quitar puntos inconvenientes a los trabajadores.


Muy interesantes las exposiciones previas del director Martí Batres: sobre pensiones asignadas con montos hasta de 300 mil pesos, recuperación de espacios concesionados a una Fundación-ISSSTE, nacionalización de hospitales, atención y servicios médicos, condonación de deudas a quienes han pagado más de dos veces el crédito por su vivienda, la deuda de más 15 mil millones de pesos de gobiernos estatales y otros temas como la Clínica es Nuestra. Me inspiró confianza en la visión de continuar la recuperación y saneamiento del ISSSTE en sintonía con la encomienda que tuvo Rosa Isela Rodríguez, actual secretaria de Gobernación. Sin embargo, la iniciativa que elaboró para reformar al Instituto, soslayó tomar en cuenta planteamientos que el expresidente López Obrador, escuchó y respondió haciendo comentarios puntuales.

La CNTE, merced a su estrategia movilización-negociación-movilización, siempre pone al tanto a las autoridades estatales, federales y a la opinión pública del o los motivos de sus protestas. En cambio, el SNTE, partidario del diálogo, la negociación y concertación de acuerdos como medios de acción del sindicato, pareciera ausente o indiferente a las exigencias de los trabajadores de la educación. No es ni ha sido así. Si fuera lo que parece, no mantendrían los dirigentes la gobernabilidad sindical de la mayoría del magisterio. Resumo algunas de sus acciones relevantes:

Septiembre 2020, en Palacio Nacional, el secretario general Alfonso Cepeda, propuso al presidente modificar el sistema de pensiones del ISSSTE por la situación de los maestros que se jubilan bajo el esquema de cuentas individuales; febrero del 2021, con Hacienda e ISSSTE, planteó una ruta de trabajo para atender las justas demandas relativas a las pensiones; en 2021, logró que el presidente instruyera a autoridades de Hacienda e ISSSTE, continuar el análisis para mejorar las pensiones; consideró inequitativo que, mientras en el IMSS tienen de tope 25 UMA, en el ISSSTE son máximo 10; mayo 2022, la petición fue desaparecer las cuentas individuales, producto de la reforma del 2007; enero de 2024, en la ceremonia alusiva al 117 Aniversario de la Huelga en Río Blanco, Veracruz, estando como invitado el secretario general el SNTE, AMLO anunció revisar la ley de pensiones, porque así me ha planteado el sindicato de maestros. Más pendiente ha estado por su calidad de senador e integrante de la comisión de seguridad social. Antecedentes como estos no tuvieron resonancia en la iniciativa de reforma elaborada por Batres.

La pausa fue un logro de la movilización y sería lamentable desperdiciarla; que los negociadores de un lado y del otro pongan la sustancia, dejen a los senadores la forma jurídica e impidan injerencias interesadas tipo Manlio Fabio Beltrones. Al senador sonorense, preocupa que por una iniciativa “enviada con mala fe al Congreso” los maestros de 18 municipios de su estado, “salgan a la calle y levanten la voz”. Cuando aprobaron la reforma del 2007, priistas como él, del magisterio y los trabajadores del estado en general ni se acordaron.

Iguala, Gro., marzo 3 del 2025

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