Por: Álvaro Venegas Sánchez

Frente al Partido Acción Nacional cuya disputa por remplazar a Marko Cortés es intrascendente, el triste espectáculo de “honorables del PRI” y el desvanecimiento del PRD que nadie lamenta, Morena luce jovialidad y juventud. Propalaron que al no figurar AMLO en la boleta ganarían la contienda. Olvidaron principios, mezclaron intereses y presionaron a MC hasta días antes de la elección para sumarlo a su proyecto. La triada que conformaron y llamaron Fuerza y corazón por México, despertó más desconfianza que simpatía en amplios sectores del electorado.
No era necesario que López Obrador fuera candidato; estaba en la mente y corazón de millones de mexicanos por la congruencia de palabras y hechos en su gobierno. Cercanía con la gente, ritmo de trabajo, sencillez y austeridad, compartir información antes vetada al pueblo, romper esquemas y mitos impuestos por el modelo neoliberal (aumento al salario mínimo es inflacionario, decían); en lugar de reprimir a detractores incluyó en las mañaneras una sección aclaratoria Quién es quién en las mentiras, para exhibirlos; hizo lo mismo contra jueces y magistrados que liberan delincuentes y extienden amparos para entorpecer políticas que buscan beneficiar al pueblo. Todo eso que para la oposición era el “caos y destrucción de México” para la ciudadanía significa lo contrario. Por tanto, no hacía falta que Obrador hiciera campaña o apareciera en la boleta electoral.
Sin embargo, el fin del sexenio está cerca y AMLO fuera de la presidencia dejará de ser ventaja para Morena. No hay duda de la capacidad y convicción con dimensión social de la Dra. Sheinbaum, empero la adaptación a la realidad no se logra en horas. Peor aún, habrá miradas fieras, fauces abiertas y sobre todo artimañas, que podrían orquestarse desde fuera; incluso desde dentro, que sería lo peor, para retrasar y complicar el cauce transformador. PRI, PAN, PRD, Xóchitl y Claudio X González, perdieron la elección más no la esperanza y aunque anden como se les ve, guardan sentimientos y buscarán reconquistar espacios de poder. Morena entonces, tiene retos enormes a los cuales debe avocarse y no perder tiempo ni desgastarse en nimiedades y triunfalismos.
La renovación de la dirigencia del partido tiene que considerar la nueva circunstancia. El aún presidente, Mario Delgado, hizo su trabajo y fue premiado con nombramiento para integrar el gabinete que viene; pero la preponderancia actual del partido, no habría sido posible sin el buen gobierno de AMLO. Es de esperar entonces que, la cúpula que decide, tenga presente que muchos electores se identifican más como obradoristas que morenistas.
Morena desde su fundación, apenas hace 10 años, por eso es el partido más joven, ha tenido cinco presidentes: Martí Batres Guadarrama, Andrés Manuel López Obrador, Yeidckol Polevnsky, Alfonso Ramírez Cuéllar y Mario Delgado Carrillo. Por supuesto, referente de unidad aun estando fuera por licencia, ha sido López Obrador. Ante la anunciada y necesaria sucesión, indicios apuntan a Luisa María Alcalde Luján.
De confirmarse y efectuar el relevo, la actual secretaria de Gobernación, o quien sea, tendrá que trabajar para evitar que Morena le pase lo que al PAN y al PRD o se convierta en el PRI del futuro; riesgo que ha advertido la propia presidenta electa Claudia Sheinbaum. Y no exagera: “el PRI es una cultura” dijo alguien. Además, abrieron las puertas y recibieron a personajes que, aunque vistan de guinda, portan ideas y corazón priista. Por tanto, habrá que implementar procedimientos de participación más democráticos a la brevedad posible para que haya responsabilidad compartida con la militancia.
Nada hay que inventar o improvisar. Basta con recordar tantos sacrificios del pueblo desde 1988 para lograr la presidencia en el 2018 y que tampoco dejó confundirse por los profesionales de la mentira el 2 de junio de este año. Exigir a todos los servidores públicos y representantes populares que, por encima de triunfos y cargos y encargos públicos, actúen con base en los principios de no mentir, no robar, no traicionar, siempre con espíritu de justicia y convencidos que gobernar es servir. Sobre todo, nunca olviden: el pueblo premia y castiga, pone y quita.
Iguala, Gro., julio 15 del 2024

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