Por: Netza Albarrán

Con el término de este sexenio, también llega a su fin una destacada carrera militar. El General de División Diplomado de Estado Mayor, Luis Cresencio Sandoval, hasta ayer Secretario de la Defensa Nacional, deja el cargo con 49 años de servicio ininterrumpido al país, habiendo dejado una huella imborrable en las Fuerzas Armadas de México.

La vida militar del General Sandoval comenzó el 1 de septiembre de 1975, cuando ingresó al Heroico Colegio Militar, de donde egresó como subteniente del arma de Caballería, siendo este el primer paso en una trayectoria que lo llevaría a ocupar la más alta posición dentro del Ejército. A lo largo de su carrera, fue escalando cada peldaño de la jerarquía militar, siempre demostrando abnegación, honor, patriotismo, lealtad, valor y un profundo amor por México, pues sin duda alguna, éstos son requisitos indispensables para poder alcanzar el águila y las estrellas en ese imponente uniforme militar.


El general Sandoval supo demostrar con cada ascenso que, como dictan los cánones militares, «tan noble es mandar como obedecer y mejor mandará quien mejor sepa obedecer». El General no solo fue un líder firme y resiliente, sino también un ejemplo de disciplina y compromiso, habiendo aprendido a ejercer el don de mando solo después de haber conocido el noble arte de la obediencia, tal y como lo hacen cada uno de los comandantes del Ejército en cualquiera de sus jerarquías.


Los últimos seis años, al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional, fueron el punto culminante de una carrera llena de logros que no llegaron solo después de tantos sacrificios. Durante este periodo, encabezó con firmeza las decisiones más complejas de la seguridad nacional, gestionando al Ejército mexicano con gran sabiduría y equilibrio en tiempos de tanta complejidad y adversidad. Su legado de contribuciones para fortalecer a las Fuerzas Armadas, elevar el espíritu militar y consolidar una institución más profesional preparada para los retos del siglo XXI es innegable.


Su vida militar ha sido un ejemplo de lealtad, sacrificio y amor por México. El General Sandoval sirvió 17 mil 927 días, de los 23 mil 406 que ha vivido hasta hoy, es decir, el 76.5% de su vida.


Hoy, con profundo respeto y admiración, desde este espacio reconozco al General Luis Cresencio Sandoval, no solo por estos últimos seis años, sino por toda una carrera de entrega a nuestro país y por haber hecho del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos una mejor institución. Gracias, General por su servicio a México, sin duda alguna, misión cumplida mi general.


Al nuevo secretario de la Defensa Nacional, mi General Trevilla Trejo, el mejor de los éxitos al frente de la SEDENA, tengo la seguridad que como ha sido siempre, que bajo su mando, nuestro glorioso Ejército habrá de seguir cumpliendo la misión con México y que su mando se de siempre sin novedad.

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