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Jartum, Sudán. El ejército sudanés y un poderoso grupo paramilitar combatían el domingo en un segundo día de lucha por el control del país, un reflejo de que no estaban dispuestos a poner fin a las hostilidades pese a la creciente presión diplomática.
Al menos 56 civiles murieron y se creía que había docenas de muertes más entre las fuerzas rivales, según un grupo de médicos. El Sindicato de Médicos de Sudán informó de casi 600 heridos entre civiles y combatientes.
La tensión había ido creciendo durante meses entre el ejército y su aliado convertido en rival, las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés). Esas diferencias habían demorado un acuerdo con fuerzas políticas para devolver el país a su breve transición hacia la democracia, frustrada por un golpe militar en octubre de 2021.
Había intensos combates el domingo por la mañana en la capital, Jartum, la vecina Omdurman y en otros puntos del país. Se estimaba que cada grupo tenía decenas de miles de soldados sólo en la capital.
En Jartum y Omdurman se reportaron enfrentamientos en torno al cuartel general del ejército, el Aeropuerto Internacional de Jartum y sedes de la televisora estatal. Un mando militar dijo que combatientes de RSF habían chocado con tropas en cuarteles militares este domingo de madrugada y que se había registrado un incendio en un recinto para tropas de tierra.
En Jartum y Omdurman se reportaron enfrentamientos en torno al cuartel general del ejército, el Aeropuerto Internacional de Jartum y sedes de la televisora estatal.
“Las batallas no se han detenido”, contó la destacada activista de derechos Tahani Abass desde su casa familiar, cerca del cuartel militar. «Se disparan entre sí en las calles. Es una guerra abierta en zonas residenciales».
Abass dijo que su familia había pasado la noche refugiada en la planta baja de la vivienda. «Nadie pudo dormir y los niños lloraban y gritaban con cada explosión», explicó.
Tres trabajadores de la ONU entre las víctimas
El representante especial de las Naciones Unidas en Sudán, Volker Perthes, informó que tres empleados del Programa Mundial de Alimentos murieron durante los enfrentamientos que estallaron en Kabkabiya, Darfur del Norte, este sábado mientras cumplían con sus funciones.
Sin especificar cómo fallecieron los trabajadores, el representante de la misión en Sudán condenó los ataques contra el personal de la ONU y envió su pésame a las familias de las víctimas. Además, advirtió que con proyectiles atacan instalaciones de la ONU, organización que antes de que estallara la rebelión era blanco de saqueos y de ataques esporádicos de grupos armados.