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Dakar, Senegal. Más de 35 millones de personas (incluyendo 6.7 millones de menores) pasan hambre en África central y occidental a causa del cambio climático, la inseguridad y la subida de precios de los alimentos, una cifra que podría alcanzar un récord histórico de 48 millones el año próximo si no se toman medidas, advirtió hoy la ONU.
«El Sahel se tambalea al borde de una catástrofe en toda regla: estamos viendo una reducción de la disponibilidad de alimentos en la mayoría de los países y los precios de los fertilizantes están aumentando», dijo este jueves en un comunicado conjunto de varios organismos de la ONU Robert Guei, coordinador subregional para África occidental de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La FAO, el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA), se reunieron ayer en la capital de Togo, Lomé, e hicieron un llamamiento a los gobiernos regionales para aumentar los fondos destinados a combatir la inseguridad alimentaria.
Según las agencias, «a pesar de las buenas perspectivas de cosecha, la mejora de la situación del mercado y el aumento de las estimaciones de producción de cereales en toda la región, la inseguridad alimentaria y la malnutrición persisten y se están expandiendo desde el Sahel hasta las regiones costeras».
Esto se debe a la «inseguridad persistente, la crisis climáticas, los altos precios de los alimentos, las consecuencias económicas de la COVID-19 y el impacto de la guerra en Ucrania», señalaron.