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Estados Unidos., En un deporte que rara vez concede segundas oportunidades, Manny Pacquiao ha convertido la suya en un espectáculo global. A sus 46 años, el filipino demostró este verano que su nombre sigue siendo sinónimo de elite. El empateante Mario Barrios en julio de 2025, en el MGM Grand de Las Vegas, dejó a la afición dividida, pero con la sensación de que Pacquiao aún puede vencer a campeones en activo.
Y ahora, con diciembre marcado en el calendario, la gran pregunta es: ¿quién se atreverá a compartir ring con Pac-Man?
Las especulaciones han sido múltiples: la revancha con Barrios, un duelo con el campeón de la AMB Rolando Rolly Romero o incluso un nuevo episodio contra Floyd Mayweather. Sin embargo, hay un nombre que resuena con fuerza y que podría ofrecer la mayor carga de dramatismo y ventas: Gervonta “Tank” Davis.
¿POR QUÉ GERVONTA?
El explosivo campeón estadounidense de 29 años, invicto y con un porcentaje de nocauts cercano al 93 por ciiento, acaba de dejar atrás un periodo turbulento. En junio de 2025 cumplió la totalidad de las sanciones legales derivadas de un caso de atropello ocurrido en 2020, que había interrumpido su carrera en varias ocasiones. Su regreso al boxeo ya es un hecho y, según fuentes cercanas, busca una pelea de alto perfil para cerrar el año.

En términos de negocio, Davis es la antítesis de un rival cómodo: vende boletos, atrae atención mediática y llega con la etiqueta de uno de los pegadores más peligrosos libra por libra. En lo deportivo, sería un choque generacional. El “Tank” de Baltimore, con 30 victorias (28 KO) y cero derrotas, enfrentaría a un Pacquiao que combina velocidad, experiencia y la capacidad de dictar el ritmo del combate como pocos.
Para Pacquiao, medirse a Davis significaría intercambiar golpes con un boxeador en plena curva ascendente, lo que no sólo pondría a prueba su resistencia física sino su instinto de supervivencia ante un noqueador nato. Para Davis, sería la oportunidad de colgar en su expediente el nombre de un ícono de ocho divisiones, algo que ni la estadística ni el tiempo podrán borrar.
Las casas de apuestas todavía no fijan líneas oficiales, pero promotores en Las Vegas han señalado que la pelea podría ser la más taquillera de fin de año, superando incluso el interés de Canelo Álvarez vs. Terence Crawford. El atractivo radica en el contraste: el veterano que desafía la lógica contra el campeón que busca legitimar su reinado enfrentando a leyendas.
El propio Pacquiao, después de regresar de sus vacaciones en Italia, dejó caer la pista: “Este año… en diciembre”. No hubo más detalles, pero para un púgil que ha convertido su carrera en una sucesión de retos imposibles, enfrentar a Gervonta sería una declaración de intenciones.
Si el combate se concreta, no será solo una fecha más en el calendario. Será un capítulo que podría definir el epílogo de Pacquiao y el prólogo de Davis en la cima del boxeo global.