«La próxima es probablemente la década más peligrosa, impredecible y, al mismo tiempo, importante desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, advirtió el presidente ruso Vladimir Putin en el evento anual del club de debate Valdái, que reúne en Moscú a destacados políticos y medios extranjeros.
En este sentido, Rusia llamó al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a inspeccionar urgentemente las instalaciones nucleares de Ucrania, al denunciar que el país tiene planes de utilizar una «bomba sucia», que no es atómica pero que sí contiene elementos radiactivos.
Al mismo tiempo, Putin aseguró que para Rusia no tiene ningún sentido, ni militar ni político, el emplear una «bomba sucia» contra Ucrania durante la actual guerra que mantienen ambas naciones.
“Nosotros nunca hemos hablado directamente sobre el posible empleo por parte de Rusia de armamento nuclear. Sólo respondimos a las declaraciones realizadas por los líderes de los países occidentales”, señaló.
Calificó de “primitivo” el chantaje nuclear de Occidente dirigido a presionar a los países amigos del Kremlin y también a los neutrales, y subrayó que Rusia sólo recurrirá a ese arsenal estratégico para defender su territorio y a su pueblo.