Por: Álvaro Venegas Sánchez


Dos debates y dos meses de campaña, fueron suficientes para conocer las líneas de los proyectos de trabajo y la personalidad del y las aspirantes a la presidencia. El tiempo que resta no habrá novedad; continuarán los mimos spot y repitiéndose explicaciones y argumentos. Mejor sería que los contendientes procuren llegar a los municipios y lugares más apartados de los centros urbanos para conocer las realidades y donde sí podrían impactar a los oyentes. Por única vez. De los tres que compiten, dos posiblemente jamás van a volver a recorrer esos caminos de la vida.
La candidata de la coalición Sigamos haciendo historia desde el primer día de campaña enumeró el conjunto de propuestas de su posible plan de gobierno. Todas derivadas de un diagnóstico de las políticas del actual sexenio y para continuar el proyecto de transformación. Cuestión que no ha ocurrido con su principal adversaria de Fuerza y corazón por México; sólo acusa y culpa al presidente de la República reiterando descalificaciones porque para ella nada de lo hecho está bien. Por esta gran diferencia, mientras Claudia Sheinbaum ha seguido el hilo conductor con la visión de construir un segundo piso de la 4T en encuentros con audiencias diferentes (banqueros, Iglesia, empresarios, estudiantes, campesinos, colonos, indígenas) Xóchitl Gálvez, aprovecha para desahogarse con la idea de que, quienes la ven y escuchan, piensan exactamente igual que ella.
Al margen de encuestas y polémicas pos debate, los millones de personas que vieron atentas la confrontación el domingo 28 de abril, habrían valorado ya quien de los tres posee el conocimiento, la inteligencia y el carácter para gobernar sin poner en riesgo la dinámica que ha tomado el país, sin convulsionarlo. La ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, destacó logros del actual gobierno y adelantó cuáles serían sus prioridades. Por su parte, Gálvez, presumió tener talante y talento empresarial: “yo sí sé cómo crear empleos”; y bosquejó planes, pero sin sustentarlos. Lo peor, sin pizca de humildad, dijo: hay problemas que sólo puede resolverlos un ingeniero (ella lo es), “no una científica”, ironizó.
Con tales desplantes cayó el nivel del debate. Parecía de pronto como reclamos espontáneos en la calle y no un encuentro de presidenciables. Falta de propuestas y al centrarse la candidata del PRI y el PAN en ataques calumniosos y ocurrencias como exhibir una playera para “evidenciar que Sheinbaum es candidata de narcotraficantes”, propició que en cada segmento sólo a ella le sobraran minutos de tiempo. Ni modo. El cincuenta por ciento de lo que dijo no es cierto y la otra mitad no se le puede creer. Ejemplo: bajar la pensión a los 60 años, no cobrar impuestos y otorgar una tarjeta con 25 mil pesos. De todas maneras, hizo el mayor esfuerzo y fue lo que pudo demostrar.
Merced a lo anterior, hay indicios de haber bajado en las preferencias del electorado. Al contrario, el candidato de Movimiento Ciudadano sigue creciendo con aceptación entre los jóvenes y el segmento socioeconómico más privilegiado simpatizante del PAN y el PRI; éste por supuesto, más por conveniencia que por convicción repentina a favor de MC. De todas maneras, podría ayudar a que Jorge Álvarez Máynez arrebate el segundo lugar a Xóchitl Gálvez. Por cierto, Álvarez Máynez, para cerrar quiso y logró causar cierta ternura.
Leyó una carta, de un hijo de cinco años supuestamente, un genio con visión social quizás, hablando de ambientalismo, equidad de género y desigualdad. Dicha carta decía: “Que todo sea rock and roll y futbol, que siempre pueda jugar con mi hermana y los equipos sean de niños y niñas, y que los abuelos y abuelas se traigan sus tenis. Que no se seque el lago que cavé en mi jardín, que esté limpia el agua. Que los conejos y las abejas sean libres. Que en las granjas haya más bebés de los animales y que las escuelas no cuesten mucho. Que ya no sean tan malas las gasolinas y que el pasto no esté venenoso. Que los niños y niñas no sean tan pobres, y que todos puedan ir a la feria, que todos tengan una casa calientita y fresquita”. Pues sí qué ternura.
De verdad, el tercer debate creo va a ser como la repetición de la reciente pelea del Canelo o del último partido de futbol donde los aficionados saben ya quien perdió. La opción electoral por la presidencia de la República está definida para la mayoría de los mexicanos. Que sea para bien de México.
Iguala, Gro., mayo 6 del 2024

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