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Estados Unidos. Funcionarios estadunidenses están planeando la posibilidad de que la guerra entre Rusia y Ucrania se convierta en un conflicto congelado a largo plazo. Se están discutiendo opciones dentro de la administración Biden para establecer líneas potenciales que ambas partes acordarían no cruzar, sin ser fronteras oficiales. Esta estrategia podría ser un resultado políticamente aceptable para Estados Unidos y otros países que respaldan a Ucrania.


El conflicto congelado implicaría una disminución de los enfrentamientos militares, una reducción de los costos de apoyo a Ucrania y una menor atención pública sobre la guerra. Funcionarios estadunidenses entrevistados por el portal Politico bajo condición del anonimato enfatizaron que están planeando a largo plazo y que seguirán brindando apoyo militar a Ucrania. Sin embargo, se reconoce que ni Kiev ni Moscú están dispuestos a admitir la derrota, lo que hace más probable la opción de un conflicto congelado.


“Estamos planeando a largo plazo, ya sea que parezca congelado o descongelado […] El conflicto y la posibilidad de un nuevo ataque no desaparecerán, tal vez en décadas […] Hay una escuela de pensamiento que dice: ‘Oh, los ucranianos deben tener [la ciudad de] Mariupol y el acceso al mar de Azov’. Hay otros menos preocupados por la ubicación de las líneas siempre que Ucrania esté segura en el futuro”, dijeron un tercio de los funcionarios de la administración, describiendo las conversaciones internas.


Algunos funcionarios han comparado este escenario con la Guerra de Corea, que terminó con un armisticio en 1953 pero no ha sido formalmente declarada como terminada. También se han mencionado otros conflictos prolongados, como la disputa entre India y Pakistán en Cachemira. Tales guerras suspendidas ocasionalmente se reanudan: un alto el fuego de 1994 entre Azerbaiyán y Armenia sobre la región de Nagorno-Karabaj se mantuvo, aunque no a la perfección, hasta que los intensos combates rompieron la paz en 2020.


“Un paro al estilo de Corea es ciertamente algo que ha sido discutido por expertos y analistas dentro y fuera del gobierno. Es plausible, porque ninguna de las partes necesitaría reconocer nuevas fronteras y lo único que tendría que acordarse es dejar de disparar a lo largo de una línea establecida”, añadió.


Las discusiones sobre un conflicto congelado en Ucrania se encuentran en etapas iniciales y la situación es fluida. Los funcionarios estadunidenses también están considerando la relación de Ucrania con la OTAN y las garantías de seguridad a largo plazo para el país. La administración Biden ha transferido recientemente armas y ha proporcionado ayuda militar a Ucrania, reflejando un cambio hacia una estrategia a más largo plazo.


Como mínimo, el ejército de Ucrania debe recibir una atención especial en caso de que se estanque su anexión a la OTAN. Eso podría incluir asegurarse de que las armas y el equipo de Ucrania sean compatibles con los de los países de la alianza y realizar un entrenamiento conjunto, incluso si Kiev no está como miembro.

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