Israel Salgado Uriostegui
Iguala, Gro., “La Cuna de la Bandera Nacional es la ciudad más culta del estado de Guerrero”, afirmó el síndico Rafael Domínguez Velasco, al realizar una evaluación general de los eventos artísticos, históricos, culturales y tradicionales que se han llevado a cabo en Iguala desde el 13 de septiembre y que concluirán el próximo 20 de noviembre con el desfile y la conmemoración de la Revolución Mexicana.
Domínguez Velasco señaló que Iguala siempre ha tenido una vasta riqueza cultural y una gran actividad en cuanto a tradiciones y costumbres. “La cultura en Iguala no es nueva; sin embargo, en esta ocasión se le ha dado un impulso extraordinario”, expresó.
El síndico destacó que, si bien Iguala siempre ha sido una ciudad culta, actualmente se está sembrando en las nuevas generaciones el valor de lo que define la identidad igualteca. “Iguala —dijo— es la ciudad más culta del estado de Guerrero”.
Comentó que la historia marca el rumbo de los pueblos, y en ese sentido, se refirió a la reciente presentación del libro Ensayos para la historia de Iguala, cuyos autores —Florencio Benítez González, Salvador Román Román y Rafael Domínguez Rueda— calificó como “los próceres de la historia de Iguala”.
Mencionó que de Salvador Román Román le quedó una enseñanza: “Somos nosotros quienes no reconocemos lo verdaderamente auténtico de México, que son los pueblos originarios, y no los pueblos prehispánicos”.
Explicó que utilizar el término “prehispánico” es insistir en una visión colonial que debemos superar, pues “somos pueblos originarios, no pueblos prehispánicos, y eso me quedó como un aprendizaje de los ensayos de Salvador Román Román”.
Asimismo, se refirió a Rafael Domínguez Rueda, a quien describió como uno de los más apasionados historiadores de Iguala, recordando que hace diez años recibió la presea Vicente Guerrero, el máximo reconocimiento al mérito civil otorgado por el gobierno del estado, lo que —dijo— ratifica su calidad como escritor e historiador.
Afirmó que mientras más historiadores y personas que amen a Iguala existan, “la ciudad será más rica en historia, y nadie nos podrá arrebatar el orgullo de ser el ombligo de la nación. Aquí nació la Independencia de México; el México libre que hoy vivimos nació en Iguala”.
Finalmente, sostuvo que quien se apasiona por la historia la interpreta, la asimila y la proyecta desde su interior. “Cuando se ama a la nación, se puede cambiar el futuro de cualquier pueblo”, concluyó.

 
                    