Por: Fernando Polanco Ochoa


Chilpancingo, Gro., Enero 7.- A poco más de tres meses del impacto del huracán “John”, que ocurrió en septiembre del 2024, en la carretera federal Iguala-Chilpancingo todavía se observan los daños que causó el fenómeno.


Constantes son los derrumbes de piedras y tierra sobre la carpeta asfáltica, pues los vientos y la lluvia que trajo John reblandeció los terrenos por los que pasa la carretera. En algunos tramos se reduce la circulación a un carril.


La afectación mayor se registra entre las comunidades de Milpillas y Plan de Liebres, municipio de Eduardo Neri (Zumpango), donde la creciente del río ubicado al margen de la carretera arrasó con la carpeta asfáltica.


Pero la mayoría de los derrumbes y socavones se registran entre Chilpancingo y la localidad de Mezcala, municipio de Eduardo Neri. En varios trechos la circulación se reduce a un carril.


Las afectaciones provocadas por las lluvias que provocó el fenómeno hidrometeorológico durante cuatro días consecutivos sobre la citada carretera, aún hay tramos provisionales de terracería.


El problema, refieren automovilistas consultados sobre el trayecto, es que no hay señalamientos de precaución que adviertan los desperfectos. La carretera Iguala-Chilpancingo, cabe precisar.


Usuarios del transporte colectivo Iguala-Chilpancingo denunciaron que los conductores de los taxis que cubren esa ruta transitan a altas velocidades a pesar del mal estado de la carretera y que han estado a punto de provocar colisiones.


Desde la emergencia que provocó el huracán “John” personal de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes no ha acudido a las zonas afectadas para realizar tramos de mantenimiento.

Diputados federales y locales no han precisado hasta el momento si en el Presupuesto federal de Egresos para este 2025 aprobaron asignaciones especiales para la atención de las carreteras afectadas por el citado fenómeno natural.

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