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Estados Unidos. Kamala Harris prometió en su primer viaje de campaña a la frontera con México que de ser electa trabajaría con republicanos e independientes para garantizar la seguridad limítrofe, así como la reforma del «roto sistema migratorio» de Estados Unidos.
La vicepresidenta y candidata a la presidencia por el partido demócrata llegó este viernes a la comunidad fronteriza de Douglas, Arizona, para hablar sobre migración, tema en el que los votantes favorecen a su rival republicano Donald Trump, según las encuestas.
De cara a las elecciones del 5 de noviembre, Harris tiene el desafío de conquistar a quienes consideran que la gestión demócrata junto al presidente Joe Biden ha sido laxa en materia de seguridad fronteriza, con números récord de cruces ilegales en los últimos meses, así como a quienes cuestionan al gobierno por no haber cumplido la promesa de una reforma migratoria más humana.
«Tenemos el deber de fijar las reglas en nuestra frontera y hacerlas cumplir», dijo Harris.
«Somos también una nación de inmigrantes», agregó en un intento de ampliar su base electoral.
«Recuso la falsa idea que sugiere que debemos elegir entre asegurar nuestra frontera o crear un sistema de inmigración que es seguro, ordenado y humano. Podemos y debemos tener ambos», dijo Harris.
La demócrata prometió sanciones más severas para quienes crucen la frontera de forma ilegal, pero una alternativa legal para garantizar ciudadanía a los migrantes que han estado en Estados Unidos durante años de manera irregular.
Todo esto, Harris prometió, en acuerdo con los republicanos e independientes, a pesar de que el tema es uno de los más divisivos en la altamente polarizada escena política del país.
«Inaceptable»
Antes de su discurso en una escuela de Douglas, Harris visitó de forma improvisada el muro que serpentea a lo largo de buena parte de los más de 3 mil kilómetros de frontera entre Estados Unidos y México.
A los pies de la imponente reja, que Trump convirtió en símbolo de su campaña electoral, Harris conversó con oficiales de la patrulla fronteriza, un grupo considerado más favorable a la visión republicana.
«Los oficiales de frontera no tienen suficientes recursos», dijo en su discurso.
«Esto es inaceptable».
La vicepresidenta dijo que combatirá el tráfico de fentanilo, un opiáceo sintético 50 veces más potente que la heroína y principal causa de muerte entre los estadounidenses de entre 18 y 49 años, con más tecnología, más personal y más recursos.
Harris, de 59 años, dijo que de ser electa volverá a impulsar una propuesta de ley con la que los demócratas intentaban responder a la presión en medio de la crisis fronteriza, y que fue bloqueada en el Congreso por la mayoría republicana.
«Donald Trump la hundió», dijo.