Servicios AINI
Estados Unidos. Asistentes al funeral de Tyre Nichols, el afroestadunidense fallecido tras una brutal golpiza policial, condenaron la violencia institucional que segó la vida de «una buena persona (…) que se fue demasiado pronto».
Luego de haber abrazado a la madre de Nichols durante un largo rato en la iglesia de Memphis, donde tuvo lugar el homenaje, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, fustigó a los agentes negros que lo golpearon mientras gritaba y pedía ayuda.
«¿No tenía derecho a estar seguro?», cuestionó la vicepresidenta. «Aquí está una familia que perdió a su hijo y su hermano en un acto violento» perpetrado por «personas encargadas de protegerlo», y «este acto violento no buscaba garantizar la seguridad pública», afirmó ante los presentes.
Nichols era «una buena persona, una bella alma, un hijo, un padre, un hermano, un amigo, un ser humano que se fue demasiado temprano», dijo por su parte el reverendo J. Lawrence Turner, en el discurso de apertura del evento en la Iglesia Cristiana Misisipi Boulevard.
Una allegada de Nichols recitó un poema sobre las palabras que él les dijo a los policías que lo golpearon: «Solo trato de llegar a casa».
El reverendo Al Sharpton, defensor los derechos civiles y quien pronunció la oración fúnebre, se reconoció particularmente afectado por el hecho de que los cinco policías implicados son negros.
«En la ciudad donde (Martin Luther) King perdió la vida (…), matas a golpes a un hermano», dijo. «No hay nada más insultante para los que luchamos por abrir las puertas, que ustedes entraran por ellas y actuaran como las personas con las que tuvimos que luchar para poder entrar por esas puertas», expresó.
La multitud le dio una ovación de pie.
Estaba presente otro símbolo fuerte, un hermano de George Floyd, el hombre negro que murió en 2020 mientras era reducido por un policía blanco y cuyo deceso hizo estallar multitudinarias manifestaciones antirracistas.
También estuvo la madre de Breonna Taylor, afroestadunidense de 26 años abatida por la policía en su apartamento de Kentucky en 2020, convertida en ícono del movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan).