Por: Servicios AINI
Ciudad de México, Julio 20.- El juez federal que concedió una suspensión provisional para que Rafael Caro Quintero no pueda ser extraditado a Estados Unidos, declinó continuar con el caso tras argumentar que es competencia de un juez de distrito del Estado de México conocer sobre este asunto.
De acuerdo con Francisco Reséndiz Neri, titular del Juzgado Séptimo de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Estado de Jalisco, con residencia en Puente Grande, lo anterior es porque el narcotraficante se encuentra preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano, Estado de México, por lo que corresponde a un juez de este lugar continuar con el caso.
“En ese contexto, es evidente que el órgano de control constitucional competente para resolver el presente juicio de garantías, es el juez de distrito en materia de amparo y juicios federales en el Estado de México, con residencia en Toluca, en turno, dado que la ubicación del centro de reclusión donde se están o pretenden ejecutar los actos que reclama la promovente, se encuentra en la jurisdicción en que ejerce dicho Juzgado Federal”, se puede leer en la lista de acuerdos del juzgado.
Lo anterior no significa que se vaya a ver afectada la suspensión concedida a Caro Quintero, pues esta resolución no pierde su vigencia con el cambio de autoridad. Lo que sí podría pasar es que, en caso de que el juez que reciba el caso decline de igual forma recibirlo, se generaría un conflicto competencial que tendrá que ser destrabado por un Tribunal Colegiado.
El día de ayer se dio a conocer que Beatriz Angélica Caro Quintero, hermana del capo, fue quien a través de sus abogados promovió este amparo, mismo que fue ratificado por Rafael Caro Quintero ya dentro de prisión.
En el amparo se argumentó que Caro Quintero no puede ser extraditado a EU de forma inmediata, como lo señalaron autoridades estadounidenses, sin que antes no se haya concretado el procedimiento de extradición correspondiente.
El capo mexicano es el más buscado por la DEA al ser el presunto responsable del asesinato de su agente Enrique «Kiki» Camarena en 1985, mismo país que ahora busca procesarlo por ser uno de los principales narcotraficantes en la década de 1980 y de los primeros en enviar droga a gran escala a Estados Unidos, actividad que siguió ejecutando hasta años recientes.