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Monterrey, NL., Jorge ‘Travieso’ Arce, uno de los pugilistas mexicanos más carismáticos y exitosos, reveló recientemente el motivo que lo llevó a colgar los guantes de manera definitiva. En una charla sincera y emotiva con Poncho de Nigris y Konan Big, el exboxeador compartió que la pelea que sostuvo contra el colombiano José Carmona en noviembre de 2013 fue el punto de quiebre en su carrera, no por lo deportivo, sino por el impacto humano que dejó en él.
Aquel combate, celebrado en el Domo de San Luis Potosí, parecía una noche más de gloria para el ‘Travieso’. Dominó el ring y detuvo a su rival en el octavo asalto. Pero tras el final, lo que parecía una victoria más pronto se transformó en una tragedia: Carmona sufrió un traumatismo craneoencefálico severo que lo dejó en coma. Aunque el colombiano logró despertar días después, las secuelas fueron irreversibles y su carrera como boxeador terminó abruptamente.
UN GESTO QUE HABLA DE LA CALIDAD HUMANA DEL ‘TRAVIESO’
A diferencia de muchos, Jorge Arce no dio la vuelta a la página. Conmovido por la situación, decidió mantener un compromiso permanente con Carmona y su familia. Desde aquel día, ha enviado ayuda económica mensualmente para apoyar a su exrival en su nueva realidad.

“Quedó mal, está en Colombia y cada mes le mando dinero. Ya no camina ni habla, con su papá le mando dinero, le dice ‘mándale saludos al ‘Travieso’ y él se toca el corazón. Me marcó por completo”, declaró Arce.
Durante la charla, también reveló que, tras el combate, conversó con su esposa y ambos acordaron que ese sería su último combate profesional. “Me pudo pasar a mí y por eso mi esposa me dijo que no quería que volviera a pelear”, comentó el multicampeón, conmovido.
UN ADIÓS MARCADO POR LA CONCIENCIA Y LA COMPASIÓN
Aunque muchos lo recuerdan por su energía arriba del ring y por su carisma fuera de él, esta confesión reafirma que el legado de Jorge ‘Travieso’ Arce va más allá de los títulos y las victorias. Con su gesto hacia Carmona, ha demostrado que la verdadera grandeza de un campeón también se mide por su humanidad.