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Estados Unidos. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el miércoles nuevos y modestos pasos para combatir el cambio climático que incluye una partida de dos mil 300 millones de dólares; además, prometió una acción más enérgica por venir, diciendo: “Esto es una emergencia y lo veré de esa manera”.
Sin embargo, Biden no llegó a declarar una emergencia climática formal, que los demócratas y los grupos ambientalistas han estado buscando después de que un influyente senador demócrata anulara las esperanzas de una legislación radical para abordar el calentamiento global.
El mandatario estadounidense insinuó que ese paso podría estar llegando.
“Déjenme ser claro: el cambio climático es una emergencia”, dijo Biden. Se comprometió a usar su poder como presidente “para convertir estas palabras en acciones gubernamentales formales y oficiales a través de las proclamaciones apropiadas, las órdenes ejecutivas y el poder regulatorio que posee un presidente”, señaló.
Cuando se trata del cambio climático, agregó el presidente: “No aceptaré un no por respuesta”.
Biden entregó su promesa en una antigua central eléctrica de carbón en Massachusetts.
La antigua planta de energía de Brayton Point en Somerset, Massachusetts, está cambiando a la fabricación de energía eólica marina, y Biden la eligió como la encarnación de la transición a la energía limpia que está buscando pero que ha luchado por realizar en los primeros 18 meses de su presidencia.
El anuncio llega en momentos que la sequía ha azotado varias ciudades de Estados Unidos y México.
Además de la ola de calor que está experimentando Europa y que ha costado más de 500 muertes en países como España y Portula por las históricas temperaturas que han alcanzado hasta los 45 grados y donde, incluso, algunas naciones lanzaron alertas naranja y roja, pues el intenso calor ha desatado también algunos incendios forestales