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Franja de Gaza. El Estado de Israel bloqueó la Franja de Gaza dos semanas antes de quebrar la frágil y efímera tregua el 18 de marzo, desde entonces han muerto 2,459 civiles más en suelo palestino mientras diversos organismos internacionales denuncian hambre y enfermedad en el reducto de Gaza. Ahora, las FDI recrudecen los ataques y pretenden monopolizar la ayuda humanitaria.


Amplían la ofensiva
Desde el 7 de octubre de 2023, día en que Israel lanzó una campaña para “aniquilar” a Hamás en respuesta a un ataque transfronterizo en el que murieron 1,200 personas y fueron tomadas como rehenes otras 251, han muerto sobre territorio palestino alrededor de 52,567 civiles, según el Ministerio de Salud gazatí.


Este domingo, el primer ministro del Estado de Israel, Benjamín Netanyahu, anunció que el Gabinete de Seguridad, aprobó de forma unánime un plan de ampliación de la ofensiva en contra de Hamás propuesto por el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas israelíes, el teniente general Eyal Zamir, plan que, en palabras de Netanyahu, fue concebido para “derrotar a Hamás y recuperar a los rehenes”.


La vocería de las FDI detalló que “el plan incluirá, entre otras cosas, conquistar la Franja y controlar los territorios, desplazar a la población gazatí hacia el sur para su defensa, negar a Hamás la capacidad de distribuir suministros humanitarios y realizar ataques contundentes contra Hamás”.


Medios de comunicación israelíes señalaron que el plan se desarrollaría a lo largo de meses y que la primera fase incluiría la toma de zonas adicionales de Gaza y la ampliación de la zona “buffer” designada por Israel a lo largo la frontera común.


Kan, una radioemisora israelí entrevistó a Zeev Elkin, miembro del gabinete, quien declaró que “todavía hay una ventana de oportunidad” para la liberación de los rehenes restantes antes de que finalice el viaje del presidente Trump a Oriente Próximo del 13 al 16 de mayo, “si Hamás entiende que vamos en serio”
Zamir, la mente detrás del plan, señaló ante los medios, que su país aumentaría la presión “con el objetivo de traer a nuestra gente a casa y derrotar a Hamás”. El teniente general explicó que el ejército israelí destruirá toda la infraestructura terrorista “sobre y bajo tierra”, y adelantó que “decenas de miles” de reservistas estaban siendo llamados a filas para “reforzar y ampliar las operaciones en Gaza”.


Netanyahu declaró que la estrategia de Zamir es “un buen plan” que, además, dará a Israel una ventaja adicional en las negociaciones con Hamás.


La ayuda humanitaria, condicionada
Ante la condena internacional entorno a la violación de los principios humanitarios básicos por parte de Israel, el primer ministro respondió que, de igual manera, se ha aprobado un plan que buscará entregar y distribuir ayuda humanitaria a la población gazatí a través de empresas privadas.


No obstante, la ONU aseguró que, el simple hecho de que el plan ofensivo de las FDI pretenda desplazar a 2.1 millones de palestinos hacia el sur, agravará catastróficamente la crisis alimentaria y no hará nada por eliminar el bloqueo sobre Gaza, que ya cumple los dos meses.

El alto mando israelí insiste en que su plan sí contempla la “posibilidad” de distribuir alimentos entre la población del enclave gazatí, pero que será luego de haber eliminado las capacidades gubernamentales de Hamás sobre la Franja, pues existe el riesgo de que la ayuda humanitaria caiga en manos del grupo islamista.

A propósito, este lunes, el Equipo Humanitario País (HTC), un foro en el que participan agencias como la ONU, afirmó que las autoridades israelíes pretendían “cerrar el actual sistema de distribución de ayuda” y obligarles a aceptar la entrega de suministros a través de centros israelíes en las condiciones establecidas por las FDI, una vez que el gobierno acceda a abrir los pasos fronterizos”.

HTC denunció que el plan de Israel entorno a los suministros humanitarios no contempla “amplias zonas de Gaza”, mismas que resultan ser las más vulnerables y más pobladas de gente con dificultades para movilizarse, por lo que estos emplazamientos seguirían bajo los efectos de la prolongada escasez; “Contraviene los principios humanitarios fundamentales y parece diseñado para reforzar el control sobre los artículos vitales como táctica de presión, como parte de una estrategia militar”, afirmó el foro.

Otras voces de la misma organización criticaron al Estado de Israel por su intención de hacer que la población palestina se ponga en más riesgo: “Es peligrosa (la estrategia), pues conduce a los civiles a zonas militarizadas para recoger sus raciones, amenazando sus vidas, incluidas las de los trabajadores humanitarios, al tiempo que afianza aún más los desplazamientos humanitarios”.

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