Por: Natividad Ambrocio

Iguala, Gro. El presidente municipal de Iguala, David Gama Pérez, afirmó que no quitará el dedo del renglón hasta activar la Policía Preventiva Municipal y con ello lograr la devolución del armamento que fue retirado a los uniformados, luego de que fuera destituida la encargada de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, Yolanda Salmerón Díaz, al no estar certificada, cuyo requisito es necesario para el proceso de reactivación de la corporación policiaca.

“Llevamos 10 meses y no hemos podido activar a la Policía Preventiva, tenemos esa responsabilidad, pero no hemos quitado el dedo del renglón hasta conseguirlo”, sostuvo el alcalde.

En entrevista, Gama Pérez dijo que espera tener una reunión con Derechos Humanos a nivel nacional para verificar qué está pasando, debido a que hay argumentos de autoridades estatales y nacionales que atrasan el proceso para activar ala Policía Municipal y liberar el armamento.

“Hay temas que no sé si son estatales o federales, pero hay argumentos que nos están atrasando y hoy tenemos una Policía que se le sigue pagando, pero no está en funciones y no tenemos el armamento; por ley no pueden salir a la calle uniformados porque si les llega a pasar algo es nuestra responsabilidad y yo soy respetuoso de las leyes”.

El presidente de Iguala agradeció a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, por estar al pendiente con el tema de seguridad en Iguala con la Policía Estatal, la Marina, la Sedena y la Guardia Nacional, cuyas corporaciones están respaldando al municipio y por ello dijo que debe contribuir con lo que le corresponde a su gobierno.

El 6 de octubre de 2014, por los hechos del 26 y 27 de septiembre del 2014 con el ataque y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la Gendarmería Nacional y la Policía Federal asumieron la seguridad del municipio y desarmaron a los policías preventivos.

En junio de 2019, durante el gobierno del ex alcalde morenista, Antonio Jaimes Herrera, les fueron regresadas 47 armas a policías municipales, sin embargo el 18 de marzo de 2021, por segunda ocasión, los elementos policiacos fueron desarmados y encuartelados junto con agentes de Tránsito, asumiendo el control de la seguridad el Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía del Estado.

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