Con homicidios a la baja en 2025, la agenda de seguridad local se está moviendo hacia delitos que golpean la economía diaria: robo a comercio, asaltos en traslados cortos y extorsión. La novedad es que cada vez más transportistas, farmacias y cadenas de conveniencia incorporan telemática para saber dónde, cuándo y cómo se acumulan los riesgos. En el mapa de Iguala, los corredores de acceso (salidas a la Autopista del Sol y tramos hacia Huitzuco y Taxco), los polígonos de mercados y las paradas de transporte forman los “tres anillos” donde conviene activar cercas virtuales (geofences) y ventanas de operación más cortas.
El procedimiento es simple: los vehículos de reparto operan con rastreo GPS y botones de pánico, los puntos de entrega sensibles (caja, farmacia, abarrotes) se marcan con cercas virtuales de 15–20 minutos y la sala de control recibe alertas si el motor permanece encendido con puertas abiertas fuera de ese perímetro. Plataformas comerciales conocidas del sector – por ejemplo, GPSWOX – permiten centralizar esos avisos y generar reportes semanales por zona, sin requerir infraestructura compleja.Los negocios que mueven efectivo están variando horarios y rutas según el “semáforo” que arroja la telemática: si un tramo repite eventos de puerta abierta o frenadas bruscas en las mismas dos esquinas, la ruta rota o se acorta el tiempo de estancia. En el transporte público y escolar, los operadores están probando listas de paradas con registro automático (arribo/salida) para reducir el tiempo en banqueta y evitar acumulaciones a la misma hora.

Indicadores que sí ayudan a decidir
- Paradas en zona roja (minutos/turno): si rebasan el umbral pactado, se ajusta ruta o horario.
- Alertas “puerta abierta + motor encendido” fuera de geofence: indicador temprano de exposición.
- Tiempo de caja en tránsito: cuanto menor y más variable sea, menor la previsibilidad para terceros.
- Robo por cuadrante cruzado con densidad de repartos: permite coordinar con autoridades.
Rutas vivas: el mismo camión no repite la secuencia toda la semana; la app entrega el orden al salir del patio. Ventanas estrictas: 15–20 minutos por entrega en zonas sensibles; si se agota la ventana, la app obliga a cerrar e informar al supervisor. Sitios seguros: se precargan patios y tiendas con iluminación y cámaras para recomponer el giro cuando aparece un bloqueo o evento anómalo.
Comercio pequeño y barrios
Para micro y pequeños comercios, dos ajustes marcan diferencia: rutas de efectivo con horarios cambiantes (nada de “todos los martes a las 8”) y una cámara bien orientada a puerta y calle. Si se combina con el “grupo de cuadra” —que reporta placas, colores y sentido de fuga—, la probabilidad de detención sube y el efecto contagio baja.
Un tablero simple con cuatro líneas por colonia (robos reportados, minutos de parada fuera de geofence, alertas puerta-motor, y variación de ruta) ayuda a decidir dónde reforzar vigilancia, qué horarios mover y qué esquina evitar al cierre de caja. La seguridad deja de ser el parte de un día y se vuelve gestión continua.