Educando con valores
30 DE JULIO, DÍA INTERNACIONAL DE LA AMISTAD
Por: Alejandra Salgado Romero
“De todas las posesiones, la amistad es la más valiosa»
Heródoto
La amistad es un aspecto fundamental de la vida humana que proporciona un sentido de pertenencia y éxito personal. Estos lazos de unión se desarrollan a través del tiempo, la positividad y la cooperación, creando relaciones que ofrecen apoyo incondicional en momentos de necesidad, en la vida de todo ser humano. La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó en el año 2011, el 30 de julio como el Día Internacional de la Amistad; lo anterior, con la idea de que la amistad entre los pueblos, los países, las culturas y las personas puede inspirar iniciativas de paz y presenta una oportunidad de tender puentes entre las comunidades. Para conmemorar el Día Internacional de la Amistad, este organismo alienta a los gobiernos, las organizaciones internacionales y los grupos de la sociedad civil a celebrar eventos, actividades e iniciativas que contribuyan a los esfuerzos de la comunidad internacional para promover un diálogo entre civilizaciones, solidaridad, comprensión mutua y reconciliación. Aunado a lo anterior, la resolución (A/RES/65/275) hace énfasis en la importancia de implicar a las y los jóvenes y a los futuros líderes y lideresas en actividades comunitarias encaminadas a fomentar la inclusión de las distintas culturas y el respeto entre ellas, promoviendo a la vez la comprensión internacional y el respeto de la diversidad.
También es importante considerar que el Día Internacional de la Amistad es una iniciativa que se remonta y parte de la propuesta hecha por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), tratada y aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1997 (A/RES/52/13), que definió la Cultura de Paz como un conjunto de valores, actitudes, y conductas que rechazan la violencia y procuran prevenir los conflictos, abordando las causas profundas con el objetivo de resolverlos. Dos años después, se adoptaría la Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz (A/RES/53/243), la cual estableció 8 líneas de acción que las naciones, organismos y personas pueden emprender para que prevalezca una cultura de paz.
Aristóteles aportó que “La amistad es un alma que habita en dos cuerpos”, y Robert Rowney, Psiquiatra certificado y Director de la Unidad de Trastornos del humor de la Clínica Cleveland, puntualizó que hay ciertos hábitos que distinguen a los verdaderos amigos/as, y que los hacen parecer un/a integrante de nuestra familia, mismos que a continuación cito: a) Nos motivan a aceptar más cosas de nosotros (as) mismos (as): nos animan cuando estamos siendo extremadamente negativos (as), y sin duda nos ayudan a comprobar que las personas se sienten mejor cuando están rodeadas de personas cercanas, que les brindan apoyo y ánimo cuando lo necesitan; b) Nos dicen cuando no estamos en lo correcto: son capaces de detectar nuestras fallas y señalarlas cuando lo necesitamos, pues nos indican tanto lo que hacemos bien, como lo que hacemos mal, así como de darnos el apoyo que necesitamos en ambos casos; c) Podemos contar con ellos (as): el mejor regalo que un (a) amigo (a) te puede dar es su más absoluta atención y preocupación, y los (as) verdaderos (as) amigos (as) lo saben, por lo que se preocupan de estar presentes, considerando nuestras necesidades como propias; d) Nos escuchan de verdad: ponen siempre en práctica lo que aportó el experto Paul Sacco, PhD y profesor ayudante de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Maryland, quien afirmó que la clave de una conversación balanceada es prestar atención activamente a lo que está diciendo la otra persona; e) Nos acompañan en momentos difíciles: conocer y confiar lo suficientemente en alguien como para aceptar que te acompañen durante un momento es difícil, es un signo de amistad de verdad, pues quienes están en tu vida incluso en ese tipo de instancias, son prácticamente familia; f) Nos ayudan a mantener los pies sobre la tierra: los (as) buenos (as) amigos (as) estarán pendientes de que “no se nos suban los humos a la cabeza”, ya que nos conocían antes de que lográramos cumplir un objetivo importante, saben quiénes somos en realidad, por lo que no sólo celebrarán nuestros logros, sino que también serán “nuestro cable a tierra”; y, g) Son capaces de perdonar: como describe Randy Tara, autora y productora de Project Happiness (Proyecto Felicidad), las amistades verdaderas saben cómo llamar a la calma “cuando hay un conflicto, los amigos de verdad tienen el valor de enfrentar el problema en lugar de hablar por la espalda y alimentar el resentimiento. Los amigos de verdad son capaces de entender, y esto los lleva a ser capaces de perdonar”.
En lo que respecta al ámbito de la crianza y el educativo, se debe comprender que las y los amigos, son una parte muy importante en el desarrollo psicosocial de niñas, niños, adolescentes y jóvenes, por tanto, es muy importante centrarnos en la relación de amistad que en estas etapas de vida establecen, pues pasan más de la mitad de las horas del día con sus compañeros y compañeras, ponderando que donde más importante es la relación de la amistad es en el ámbito escolar, ya que es aquí donde empiezan a relacionarse y a aprender a trabajar de forma colaborativo, lo que es muy importante para después enfrentarse al mundo laboral. En cuanto a las relaciones sociales que las y los niños, jóvenes y adultos van adquiriendo con determinadas personas, la amistad supone un valor de suma importancia por su conciencia personal y social en la mutua influencia de las normas y su cumplimiento con las actitudes y valores. En la vida escolar, en un clima socio-afectivo positivo, todo el alumnado (y el profesorado y sus padres, madres y/o tutores) está implicado en comportamientos de convivencia, lo que significa una manera de vivir compartiendo las semejanzas y las diferencias, aceptando y valorando normas, desarrollando actitudes prosociales y practicando valores como solidaridad, comprensión y respeto.
Cuando se habla del verdadero valor de la amistad, se hace referencia a la capacidad única que tienen los lazos humanos genuinos para sanar, unir y transformar no solo vidas individuales, sino sociedades enteras… por ello es necesario rescatar este sentimiento que puede transformar nuestro contexto, de forma positiva. ¡Gracias infinitas a quienes me brindan la oportunidad y el honor de contar con su amistad, y a través de ella enriquecen, fortalecen, transforman y alegran mi día a día!
Les deseo una semana excelente y agradezco sus aportaciones y/u opiniones a través del correo alejandra.salgado.esdafzk@gmail.com.