Por: Francisco Lara Balderas

LOS HURACANES no entienden de partidos políticos. Ellos causan desastres y no les importa cómo se llama o quién gobierne el lugar donde pegan. Por lo tanto, en el caso del huracán “Otis” tampoco cabe la carroña política. Es más, en tragedias como la que vive Guerrero, y en particular Acapulco, los políticos y sus partidos deben hacer un alto en sus campañas adelantadas y ayudar a los damnificados. Con una lata de atún y una botella de agua que dieran sería “oro molido” para los afectados por el fenómeno hidrometeorológico, que le pegó de frente al famoso destino de playa que tenemos en Guerrero. Sin embargo, hay políticos carroñeros, que se aprovechan de la tragedia “para llevar agua a su molino”, es decir, para sacar provecho electoral. Y los hay de todos los partidos y hasta empresarios metidos en la política. Eso de tomarse la foto entregando ayuda es lucrar con la desgracia. Quien da algo de corazón no necesita andarlo difundiendo. Escrito sea de paso, me decepcionaron algunos compañeros periodistas y columnistas de la Ciudad de México, que fueron a Acapulco sólo para reportar lo malo y para difundir noticias falsas (como el video del militar que extorsiona a ciudadanos, que ya aclararon, incluso los propios columnistas, que el hecho fue real, pero ocurrió en Aguascalientes el año pasado), pero no llevaron ni un centavo de ayuda. Bien dicen que los que más critican son los que menos dan o de plano no dan. Lo más importante en este momento es apoyar a los damnificados, y eso lo debemos hacer todos, aun en contra de los políticos carroñeros. ¡Fuerza Acapulco! ¡Fuerza Guerrero!…….. POR CIERTO, en el año 2013, cuando la llamada “Tormenta Perfecta” (porque una llegó del Océano Pacífico y la otra del Golfo de México), integrada por “Ingrid” y “Manuel”, también le pegó a Guerrero (no sólo a Acapulco), el entonces presidente Enrique Peña Nieto anunció en Coyuca de Benítez la reconstrucción del estado, bajo el pomposo nombre “Nuevo Guerrero”. Y se ganó los aplausos. En ese mismo acto, el último inquilino de Los Pinos informó que el dinero para la reconstrucción no se lo entregaría al gobernador (entonces Ángel Aguirre Rivero) ni a los presidentes municipales, para que no se lo robaran. Y se ganó más aplausos. Sin embargo, (el dinero) EPN lo entregó a sus funcionarios y a las empresas que éstos contrataron para la famosa “Reconstrucción de Guerrero”, ¡y ellos se lo robaron!, porque, 10 años después, todavía hay guerrerenses damnificados por “Ingrid” y “Manuel” que claman ayuda. O sea, sólo hubo simulación de la reconstrucción (se hicieron algunas obras). Y, efectivamente, el dinero para la reconstrucción no se lo robaron el gobernador ni los alcaldes, pero sí los funcionarios federales y las empresas que contrataron. Simple recordatorio, para que no pase lo mismo con los damnificados del huracán “Otis”……. SIMPLE pregunta: Si Marcelo Ebrard Casaubón decide finalmente irse al Partido Movimiento Ciudadano, ¿tendrá Morena dos candidatos a la Presidencia de México?…….. PUNTO.

Comparte en: