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Estados Unidos. Estados Unidos acusó este martes a la fuerza aérea rusa de haber «interceptado y chocado» con un dron estadounidense Reaper sobre el mar Negro y de provocar su caída, un acto que Washington calificó de «temerario» y descartó que fuera un accidente, pero Moscú negó estar implicado.
«Teniendo en cuenta las acciones de los pilotos rusos, está claro que (la maniobra) fue insegura y poco profesional. Creo que los hechos hablan por sí solos», indicó en conferencia de prensa el portavoz del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder.
El mando europeo de Estados Unidos precisó que el caza ruso, un Su-27, golpeó la hélice de su MQ-9. Varias veces antes de esa colisión, los aviones rusos habían arrojado combustible y volado frente al dron «de forma imprudente».
El daño provocado por el golpe hizo que tomaran la decisión de tirarlo. Con el choque, según avanzó Ryder sin entrar en detalles, Estados Unidos calcula que el caza ruso también resultó dañado.
El portavoz del Pentágono precisó que los dos cazas involucrados en este incidente volaron cerca del MQ-9 entre media hora y 40 minutos e insistió en que aunque este tipo de interceptaciones son habituales, lo que no es normal fue el comportamiento de los pilotos rusos.
El MQ-9 puede ir armado, pero no se ha facilitado qué tipo de misión estaba efectuando.
Es la primera vez desde que empezó la invasión rusa del territorio ucraniano, el 24 de febrero de 2022, que un país de la OTAN -que apoya a Kiev- admite haber perdido un artefacto operado por él mismo en esta región.
Desde Estados Unidos se recordó que sus fuerzas aéreas vuelan de forma habitual sobre territorio soberano europeo y el espacio aéreo internacional en coordinación con los países correspondientes y de acuerdo a la legislación internacional.
Oficiales del Departamento de Defensa no han hablado sobre lo sucedido con sus homólogos rusos y la queja se ha canalizado a través del Departamento de Estado.
El portavoz de la diplomacia estadounidense, Ned Price, dijo hoy también que el incidente fue «una violación descarada del derecho internacional» y aseguró que Washington ya ha trasladado a Moscú su malestar.
La embajadora de Estados Unidos en Rusia, Lynne Tracy, ha transmitido un «fuerte mensaje» al Ministerio de Relaciones Exteriores ruso, mientras que el Departamento de Estado convocó al embajador ruso en Washington, Anatoli Antonov.
RUSIA LO NIEGA
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso insiste en negar cualquier contacto entre sus cazas Su-27 y el MQ-9.
«Como resultado de una maniobra brusca en torno a las 09.30 hora de Moscú (06.30 GMT), el aparato no tripulado MQ-9 entró en un vuelo incontrolado con pérdida de altura y colisionó contra la superficie del agua», señala el comunicado castrense ruso.
La nota oficial subraya que «el armamento a bordo de los cazas rusos no fue empleado» y que los Su-27 «no entraron en contacto con el aparato y regresaron sanos y salvos a su aeródromo».
Los radares rusos detectaron el dron estadounidense cerca de la anexionada península ucraniana de Crimea con el transpondedor apagado.
Además, Defensa asegura que el MQ-9 violó la frontera del espacio aéreo utilizado provisionalmente por Rusia en el marco de su «operación militar especial» en Ucrania, de lo que Moscú informó en su momento a todos los interesados de acuerdo con las normas internacionales.
Por ese motivo, la aviación rusa se vio obligada a enviar a sus cazas con el fin de identificar al infractor.
El general James Hecker, comandante de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa y África, dejó claro que Estados Unidos y sus aliados «seguirán operando en el espacio aéreo internacional» y pidió a los rusos que actúen «con profesionalidad y seguridad».
Este comportamiento, destacó, «podría llevar a un error y a una escalada no intencionada».