Enfoque

Mar 11, 2024

De alto riesgo el desencanto en la segunda fase de quiebre en el PRI

Por: Carlos Díaz Figueroa

«No aspiro a predicar con el ejemplo pero tampoco quiero ser un mal ejemplo», reveló Héctor Astudillo Flores al adelantar la segunda fase de «quiebre» en el PRI con las decisiones a las candidaturas locales por los abusos de cúpula y lo que representa la alianza.

Y es obvio que la fractura será el centro del desencanto de su militancia en aquellos que aspiran a buscar candidaturas a presidentes, diputados y regidores, de entrada por la atropellada paridad de género y los inevitables excesos de abuso y ambiciones de grupo y familiares.

En referencia, el ex gobernador de Guerrero retomó que el inicio del quiebre fue su propia salida al igual que la de Mario Moreno Arcos, en cuya decisión la «minimizan» aun cuando por dignidad fue un retiro prudente ante las decisiones oportunistas de cúpula.

Lo anterior, derivado que el PRI pasa en un entorno complejo por la mezquindad de un dirigente nacional que no tiene llenadera, por lo que entonces el debilitamiento aún no ha terminado y será en esta segunda etapa cuando la militancia se va descantar.

Al respecto, Héctor Astudillo indicó que el PRI está por «tocar fondo» al insistir que en breve, las decisiones locales «a muchos nos les va gustar» y ahí será notorio una pronosticada reacción de inconformidad por los actos de pena y vergüenza de la cúpula nacional.

Independientemente que no pasa por un mejor contorno, cabe señalar que lo anterior no dejan de ser las primeras señales de una pronosticada derrota anunciada por el orgullo egocéntrico y deshonrada en las próximas decisiones en las candidaturas locales.

Al regresar a lo relacionado, el ex gobernador del estado, citó que la peor evidencia del PRI es el «cinismo», eje rector que está marcado en el atropello excesivo personal y familiar en el reparto de candidaturas con el visto bueno desde la dirigencia nacional del partido.

Y todo ello, por el comportamiento de exceso en atribuir y desplazar a cuadros con virtud y liderazgo, de lo mismo que se presentara en esta fase de división por el capricho y favoritismo para unos cuantos privilegiados que colocarán a sus más cercanos aliados y familiares.

«Por eso no quiero ser un buen ejemplo, pero tampoco aspiro a ser un mal ejemplo», reiteró Héctor Astudillo, quien continuará aportando por un cambio justo y concreto en la virtud y el liderazgo que representa Mario Moreno Arcos, viable senador de la República por Guerrero.

El ex mandatario guerrerense descartó afiliarse a Movimiento Ciudadano al igual que a otros partidos políticos, al tiempo de concretar que en este momento está convertido en un soldado y guerrero en dirección a la persona que encabeza la fórmula al senado por MC.

De tal manera, que reveló también que aún al interior del PRI, es decir, la mayoría que se quedaron, simpatizan con Héctor Astudillo quienes son formados por el ex gobernador, incluso en su momento fueron palomeados para ocupar una candidatura.

A lo referente, podemos asegurar que la presencia de Astudillo Flores en el territorio de Guerrero hay un recibimiento cordial y de respeto en agradecimiento por las acciones y obras humanas, morales y políticas que ha predicado de forma correcta y honrada.

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