Todos los derechos para todas las personas

Por: Citlali Calixto Jiménez

Este 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ+. Este mes podemos encontrar en muchas partes de Guerrero, México y el mundo muestras de apoyo a la comunidad. La bandera multicolor ondea en negocios, oficinas gubernamentales y domicilios particulares. En internet también es posible encontrar expresiones gráficas de respaldo a los derechos humanos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, transexuales, travestis, intersexuales y queer.


Estos días se desplegarán los colores del arcoíris en el espacio público y las marchas harán cimbrar las calles y las conciencias. La marcha del orgullo de la comunidad LGBTTTIQ+ es un evento festivo, pero esencialmente político. Cada año nos recuerda la importancia de la intervención del Estado para un pleno reconocimiento de derechos. Pongamos en perspectiva la importancia de estas expresiones de acción colectiva.


En primer lugar, es necesario dar voz y repetir el mensaje de la comunidad. La marcha es una caja de resonancia de muchas demandas, pues la población LGBTTTIQ+ es muy diversa. Este año el lema central es: “Ante un Estado opresor y la sociedad indiferente: ¡Exigimos vivir dignamente!”. Efectivamente, a pesar de los avances del movimiento transformador y humanista, en el que la diversidad sexual es prioridad, persisten enclaves de discriminación, prejuicios y violencia en las instancias de autoridad.
También es innegable que un sector importante de la sociedad se mantiene omisa ante los evidentes actos de discriminación. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación del INEGI (ENADIS, 2022), prácticamente el 40% de la población de 18 años y más de la diversidad sexual y de género reconoció haber sido discriminada en el último año. Esta situación ha sido normalizada y socialmente aceptada.
En segundo lugar, es necesario reconocer los logros y los avances institucionales en el reconocimiento de los derechos de la diversidad sexual y de identidad de género. En gran medida, porque son resultado del activismo permanente de muchos colectivos que se harán presentes en la marcha. A nivel local, por ejemplo, estaremos dignamente representades por -entre otros colectivos- el Consejo Estatal de la Diversidad Sexual en Guerrero, Frudivers, Orgullo Guerrero, Prensa Rosa, Sin Etiquetas y Salvando Vidas en Guerrero.
En Guerrero hemos avanzado significativamente en esta labor. Destaco brevemente tres reformas que considero particularmente relevantes. Primero, la interrupción legal del embarazado en la que pudimos incluir el término “personas gestantes” en los antecedentes del dictamen para abrir la puerta a garantizar el derecho a hombres trans y personas no binarias. Segundo, la legislación del matrimonio igualitario y el reconocimiento del concubinato a parejas del mismo sexo. De esta manera se amplían los derechos de la diversidad sexual en materia de pensiones, asuntos patrimoniales y de salud. Tercero, tipificamos como delito las “terapias de conversión”, con lo cual se sancionarán las torturas a las que eran sometidas las personas LGBTTTIQ+.
En tercer lugar, es pertinente hacer un llamado extenso a acabar con la omisión cómplice. Es momento de que la sociedad y las autoridades que aún no lo hacen, se conviertan en aliades. En este sentido, es fundamental retomar el mensaje central de la campaña de ONU-México para alcanzar la libertad e igualdad de la diversidad sexual. Este año el lema es #AliadesEnAcción. Esto es importante si queremos acelerar el paso hacia un país sin discriminación y de igualdad de derechos.
Les aliades son personas que actúan, desde sus posibilidades, como agentes de cambio. No es necesario ir a marchar, basta con modificar conductas cotidianas. No es sencillo, pero se requiere denunciar prejuicios y prácticas discriminatorias, reconocer y promover la diversidad en la casa, la escuela y el trabajo, respaldar las iniciativas de reforma o las propuestas de políticas públicas.
En suma, este Día Internacional del Orgullo LGBTTTIQ+ es momento propicio para levantar la voz, exigir igualdad de derechos, visibilizar las desigualdades, realizar propuestas, celebrar los avances e identificar los desafíos. Es el tiempo perfecto para reiterar el orgullo de amar y vivir a plenitud y en libertad. Todos los derechos, para todas las personas. Ni más, ni menos.

Comparte en: