Por: Servicios AINI
Ciudad de México, Diciembre 8.- Las mujeres mexicanas tienen menos trabajos, facilidades para el cuidado de sus hijos si son trabajadoras y menos posibilidades de alcanzar una jubilación.
Así lo informó César Hernández Retama, jefe de Departamento de Igualdad laboral y no Discriminación del INMUJERES, quien participó en el Foro Legislativo Buenas Prácticas Laborales desde una perspectiva de Inclusión, Diversidad, Igualdad y no discriminación en el Centro de Trabajo, organizado en la Cámara de Diputados.
El especialista en materia laboral destacó que, aunque en México las mujeres son más de la mitad de la población, no se les permite mayores niveles de competitividad en comparación con los varones.
“La tasa de participación laboral casi duplica a las mujeres. Aun cuando las mujeres son más de la mitad de la población en México, eso quiere decir, que como país estamos desaprovechando un potencial enorme de creación de riqueza de fuerza laboral”, lamentó.
Hernández señaló también la tasa de trabajo no remunerado (doméstico) en la que las mujeres tienen 98.8%.
En cuanto la población ocupada sin prestaciones sociales, destacó su preocupación por que la mitad de la población no tiene prestaciones sociales básicas siendo las mujeres el 51.8% y los varones 55.8% del total.
Sobre el tema de jubilaciones, los varones duplican a las mujeres con 30.6% y las mujeres apenas 14.2%.
“Esto quiere decir que las mujeres se insertan más en condiciones precarias, tanto así que no aseguran su jubilación con una remuneración”, lamentó.
Otra problemática expuesta es la conciliación laboral para el cuidado de las y los hijos. De acuerdo con el especialista, existen aproximadamente 14 millones de niñas y niños de cero a 6 años, y seis de cada 10 menores tiene una madre que trabaja de manera no remunerada y se encarga de su cuidado.
Solamente el 42.3% son madres trabajadoras, quienes deben dejar a sus hijas e hijos al cuidado de otros en su jornada laboral.
La violencia hacia las mujeres es otro problema en la fuerza laboral. El 26.6% de las mujeres que trabajan o trabajaron alguna vez, han experimentado algún tipo de acto violento en su centro de trabajo o de discriminación por razones de género o de embarazo.
Mientras que, el 11.8% de las mujeres reportaron que les fue solicitada una prueba de embarazo como requisito para ingresar o mantenerse en un puesto de trabajo.
En el ámbito de trabajo, el 21.9% de las mujeres asalariadas declaró haber sufrido algún incidente de discriminación laboral en los últimos meses, ya sea por haber recibido un menor sueldo o menores prestaciones que sus compañeros hombres bajo las mismas condiciones de trabajo o tener menor oportunidad de ascensos.