Por: Netza Albarrán

En los últimos días, hemos sido testigos de un incremento notable en el precio del dólar respecto al peso mexicano. Este fenómeno, que ya preocupa a economistas y ciudadanos por igual, tiene su origen en una serie de declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre una posible reforma al Poder Judicial. La propuesta de AMLO de que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sean elegidos por voto popular ha generado incertidumbre y nerviosismo en los mercados.


La reforma judicial propuesta por el presidente López Obrador pone en riesgo la imparcialidad del máximo órgano judicial del país. Al ser electos por voto popular, los ministros podrían estar sujetos a presiones políticas y populistas, lo que comprometería su independencia y objetividad. En otras palabras, los jueces podrían ser sustituidos por figuras afines al gobierno, socavando así uno de los pilares fundamentales de cualquier democracia: la separación de poderes.


Este escenario ha causado una reacción inmediata en los mercados financieros. La incertidumbre sobre el futuro de la Suprema Corte ha llevado a una depreciación del peso frente al dólar. En cuestión de días, la moneda estadounidense ha aumentado casi 2 pesos, una cifra que no se puede ignorar. Este aumento debilita significativamente el discurso que el gobierno de López Obrador ha mantenido durante mucho tiempo. Cada vez que el dólar caía frente al peso, se celebraba como un triunfo de las políticas económicas del gobierno. Sin embargo, ahora que la tendencia se ha revertido, el gobierno minimiza el hecho y parece utilizar el tema a conveniencia.


Es preocupante ver cómo el discurso oficial cambia dependiendo de la dirección en la que soplan los vientos económicos. La minimización del aumento del dólar por parte del gobierno revela una falta de coherencia y seriedad en su enfoque hacia la economía. Este tipo de actitud no solo erosiona la confianza de los ciudadanos, sino también la de los inversionistas, quienes buscan estabilidad y certeza jurídica para sus operaciones.


Para los inversionistas, la certeza jurídica es fundamental. Necesitan saber que las reglas del juego en México no están sujetas a los caprichos políticos del momento. La propuesta de reforma judicial introduce un elemento de incertidumbre que podría tener consecuencias negativas a largo plazo para la economía del país. Hasta octubre, cuando Claudia Sheinbaum asuma la presidencia, el peso en relación al dólar podría mantenerse volátil. La transición de poder es un momento crítico, y cualquier señal de inestabilidad puede ser vista con desconfianza por los mercados nacionales e internacionales en los que se involucra México.


En conclusión, el incremento en el precio del dólar es un síntoma de problemas más profundos en la política y economía mexicanas. La propuesta de reforma judicial de López Obrador no solo amenaza la independencia del Poder Judicial, sino que también genera incertidumbre en los mercados financieros. Es crucial que el gobierno tome medidas para garantizar la estabilidad económica y jurídica del país, y que deje de utilizar los indicadores económicos a conveniencia. Solo así podrá recuperar la confianza de los ciudadanos y los inversionistas, y asegurar un futuro próspero para México.

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