Israel Salgado Uriostegui
Iguala, Gro., La problemática general que enfrenta Iguala ha convertido a la Cuna de la Bandera Nacional en un monstruo de cien cabezas que nadie puede controlar. El mercado municipal ya cumplió su vida útil y también debe salir del lugar en el que se encuentra.


En el mercado municipal Adrián Castrejón ya no cabe un solo comerciante más. El estacionamiento está invadido y las calles Galeana y Altamirano están prácticamente cerradas por el comercio informal que se ha instalado en las laterales de dichas arterias.


Iguala es una ciudad sin planeación y con un crecimiento anárquico en todos los sentidos. La necesidad de obtener el sustento familiar ha invadido los espacios del mercado municipal Adrián Castrejón, lo que ha generado una gran cantidad de comerciantes ambulantes. No se cuenta con un plan de desarrollo municipal que defina hacia dónde debe crecer la ciudad.


Así lo señaló el expresidente del Colegio de Arquitectos y exsecretario de Obras Públicas, Fernando Huicochea Martínez, quien agregó que en la oficina de Desarrollo Urbano del municipio de Iguala aún se opera con un plan regulador de hace más de 30 años.


“Ese plan ya es obsoleto, ya no tiene validez, sin embargo, aún se rigen por él”, subrayó.
“No hay congruencia, porque el plan de desarrollo urbano no está actualizado. Tenemos una ciudad anárquica que crece en todas direcciones. Se siguen haciendo colonias y lotificaciones sin que la Dirección de Obras Públicas ni el Departamento Jurídico actúen como deberían”, añadió.


“Vemos que los lotes crecen y se multiplican por todos lados, especialmente en terrenos ejidales, porque la gente ya no quiere sembrar, ya que tampoco hay apoyo al campo. Además, los lotes que se venden no tienen servicios. Es un caos que no se ha podido controlar. Hoy Iguala es un monstruo de cien cabezas”, concluyó.