DÍA DE LAS MADRES 2024

“No estoy de acuerdo con que use el término sacrificio. Cuando uno tiene hijos lo que siente es tanto amor que esa palabra no cabe”
Clare Weiskopf, documentalista.

Por: Alejandra Salgado

Está próxima una celebración que mucho significa en nuestra sociedad: el Día de las Madres… y no es para menos, pues está demostrado que la relación con la madre o con la persona que realiza la función materna, marca la relación íntima con uno/a mismo/a. La función madre es aquella que nos acoge desde que somos concebidos/as, dados/as a luz, alimentados/as, abrazados/as y protegidos/as. A través de lo que recibimos, nos cargamos de amor incondicional hacia nosotros/as y nuestro corazón se va nutriendo. Nos programa para el autocuidado, la autoestima y la autoprotección y nos abre a la empatía con las y los demás y a poder sentir amor hacia nuestros iguales y ser amados/as por otras personas. Las diferentes carencias que suframos dejan estos mecanismos emocionales y psicológicos vacíos de la sustancia necesaria para relacionarnos de una manera amorosa con nosotros/as y con las y los demás. Sin duda también, si nada se valora más en una mujer que ser una buena madre, pocas cosas están tan denostadas como serlo mala. Desafortunadamente, prendimos a ser madres a través de modelos en los que el sacrificio, la angustia y la frustración cobran papeles protagónicos.
La madre recuerda aquello que los hombres fueron y todas las culturas luchan por borrar: pasivos, vulnerables, dependientes. Y sí, es aplaudido que ellos expresen lo mucho que aman a sus madres, pero no así que se comporten como sus madres. En cuanto a las mujeres, a pesar de que hemos avanzado en muchos aspectos, de repente podemos encontrarnos hablándoles a nuestros hijos/as como nos decía nuestra madre, a sabiendas de que en algún momento juramos no repetir esas frases cuando fuéramos mamás, pero nuestro “automático” interno hace que muchas veces nos comportemos de la misma manera que nuestros modelos.
En lo personal, nada me da más alegría, satisfacción y motivación que mi faceta de madre, pero entiendo que no es el único papel que debo y/o puedo tener, asumo que en el mismo he tenido muchos errores, pero también, múltiples satisfacciones y alegrías; por ello, sin duda, disfruto aún más mi maternidad. Sin embargo, en muchos casos, no es así. Durante la mayor parte de la historia, las mujeres hemos luchado contra un ideal maternal que se nos trataba y trata de imponer; un ideal de perfección que a menudo interiorizamos y a partir del cual juzgamos, casi siempre con culpa, nuestra propia maternidad. Lo anterior, puede cambiar cuando asumimos que la forma en que se vive la maternidad depende de la actitud que adoptemos, teniendo claro que es una excepcional experiencia llena de emociones, por lo que es importante disponerse a vivirlas con entusiasmo y no con angustia, y adoptemos algunos consejos de especialistas, entre los que se encuentran: a) Cultivar una actitud de confianza: la madre debe creer en sí misma y en su instinto, pero también en la vida, esperar lo mejor y convencerse de que todo va a estar bien… debe saber que, si se presenta una dificultad, encontrará la manera de resolverla; b) Aprender a pedir ayuda: algunas mujeres no quieren ser madres, sino “súper madres”, tener siempre todo bajo control y hacerlo todo perfecto; cuando no lo logran, se sienten culpables, y la realidad es que ninguna madre puede ocuparse de todo siempre. Por el contrario, en muchas ocasiones hay que pedir ayuda. Esto no significa, ni mucho menos, que ella no sea capaz, implica simplemente que es un ser humano y no una máquina infalible; c) Hacer pausas inteligentes: Este punto complementa al anterior, si una madre se sobrecarga de trabajo, no logrará tener una maternidad feliz, más bien lo contrario, poco a poco se sentirá cada vez más agobiada, lo que estropeará su salud física y mental, por lo que es necesario hacer pausas con relativa frecuencia y tomarse un par de horas para sí misma, es decir, para el disfrute personal, ya sea para salir a un lugar que la relaje o simplemente para descansar de la rutina durmiendo un rato; d) No idealizar la maternidad: una madre no es alguien que lo sabe todo, y tampoco una persona que pueda evitar cualquier tipo de daño sobre su hijo/a, mucho menos es alguien que acierte en sus decisiones y conductas al cien por ciento, debemos aceptar que las madres somos personas y la maternidad es un arduo trabajo diario; e) Buscar apoyos: para vivir una maternidad feliz se requiere de mucho apoyo, en parte lo brinda la pareja, y también, en ocasiones, la familia extensa, pero hay un soporte mucho más eficaz: las pares, es decir, otras mujeres que estén viviendo la misma experiencia y que pueden proporcionar una ayuda invaluable; f) Asimilar la separación: la tarea de la separación entre una madre y un hijo/a comienza desde el momento del nacimiento, y de ahí en adelante el/la bebé empieza su propia aventura en el mundo y este es uno de los aspectos más difíciles para la mayoría de las madres, ya que no es fácil aprender a tomar la distancia correcta, se requiere de sentido común, pero sobre todo de mucho amor para aprenderlo, pues es imposible vivir una maternidad feliz sin ser consciente de los apegos y desapegos; y, g) Forjar una opinión independiente: desde que una madre comienza la gestación empieza a escuchar consejos de otros/as, a veces también hay cuestionamientos y críticas, en otras ocasiones, halagos y expresiones de admiración, pero no se puede tener una maternidad feliz si se depende mucho de la opinión de las y los demás, por lo que es importante fortalecer el criterio propio, guiarse por el propio instinto y confiar en que siempre se está haciendo lo mejor que se puede, haciendo además oídos sordos a las opiniones negativas y poco constructivas.
Con mucho amor, aceptemos que una extraordinaria madre cometerá miles de errores, pero la maternidad tiene mucho de magia, y siempre nos brinda la posibilidad de enmendarnos. Por ello, felicito a todas las madres y agradezco a Dios me haya brindado la dicha de experimentar un amor tan bonito: inmenso e infinito… gracias a mis hijas e hijos por permitirme equivocarme muchas veces, pero también, aprender, mejorar en todos sentidos y ser feliz con ellas y ellos.
Les deseo una semana excelente y agradezco sus aportaciones y/u opiniones a través del correo alejandra.salgado.esdafzk@gmail.com.

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