Las mujeres y la política en 2024

Por: Alejandra Salgado Romero

“A pesar de qué tenemos siglos de mujeres que han estado trabajando y siglos de mujeres que han estado intentando entrar en las esferas de la política -aunque en un principio de manera muy excepcional- sigue arraigada la idea de qué las mujeres como conjunto, como grupo social, pertenecemos a un espacio. Y que nuestra presencia en el espacio político es excepcional, debe justificarse y deben justificarse en el sentido de que no van a ser malas madres, malas abuelas o malas esposas. Si hay un doble rasero, que cuando se cuestiona a los varones políticos, no existe”


Amnéris Chaparro

Las cifras nos demuestran que la representación de las mujeres es insuficiente en todos los niveles de toma de decisiones del mundo, por lo que la paridad de género en la política está aún lejos de ser alcanzada. A las mujeres normalmente se nos cuestiona de y en todo: aspectos como gustos, sexualidad o posiciones laborales, dando por entendido, en este último caso que quienes ocupan posiciones de dirección, lo han logrado a través de favores sexuales, y con ello, arrebatando automáticamente el reconocimiento y esfuerzo que pudo haber tenido.


De acuerdo con la resolución de la Asamblea General de las Nacionales Unidas en el ámbito político, las mujeres que han llegado a estas posiciones, han generado un impacto positivo en la economía y sociedad. En el proceso electoral Federal 2023-2024 y concurrentes, al menos la mitad de los más de 20 mil cargos en juego deben recaer en candidaturas de mujeres, por lo que el reto para partidos políticos y autoridades electorales es garantizar su participación libre de violencia y el ejercicio de sus cargos sin presiones. Y sí, se han logrado derribar muchas barreras en torno de la participación de las mujeres en la política, pero todavía nos hace falta mucho por lograr, y una de las fundamentales es el cambio sociocultural que haga posible eliminar la cultura patriarcal y discriminatoria que en incontables ocasiones limita y hasta violenta a las mujeres en el ámbito público y, en particular, en el político. Debemos tener claro que, además de ser parte fundamental de la justicia social, la presencia de mujeres en posiciones de liderazgo aumenta la probabilidad, -aun cuando no la garantiza-, de que se consideren nuestras necesidades en la toma de decisiones, y sin duda, motiva a otras mujeres a prepararse para desempeñar esas funciones, promoviendo la igualdad de género como eje central de todas las políticas.

En el 2024 se deberá cumplir con el principio de paridad en sus tres vertientes, pero también, resulta indispensable asegurar brindar apoyo, asistencia y asesoría a todas las mujeres candidatas, precandidatas y sus equipos, así como a todas las mujeres que participamos en política, porque se debe lograr garantizar una contienda en condiciones de igualdad y libre de violencia política contra las mujeres en razón de género, considerando lo anterior no únicamente un compromiso institucional, sino un principio social sostenido por la convicción de todas y todos, sobre todo de aquellas personas que ocupan posiciones de toma de decisiones. Para que eso suceda, se requiere de mujeres valientes y resilientes, además de capaces y congruentes, que ahora mismo ya están enfrentándose a la violencia política, críticas y descalificaciones tan sólo por querer participar y aun así, eligen seguir adelante, participar y defender sus derechos y con ello, garantizar que se respeten los de todas las mujeres y hombres a quienes representan. Por ello, resulta indispensable que las mujeres alcemos la voz y participemos, abrazando el compromiso de contribuir a generar políticas públicas en favor de las mujeres, y que las mujeres en cargos públicos impulsen la implementación de la perspectiva de género en cada espacio de desarrollo para las mujeres, niñas y adolescentes. Se hace imperativo, -desde luego-, que hombres y mujeres hagamos nuestra cada ley legislada a favor de impulsar la igualdad sustantiva, así como que nos aseguremos que se cumpla en cada espacio.
Durante el 2024, las y los dirigentes de partidos políticos, los medios de comunicación, las y los funcionarios de los tres niveles de gobierno y la sociedad en general debemos responder y demostrar respeto de la histórica lucha de las mujeres a favor del respeto a nuestros derechos… en particular, aquel que la ley nos confiere de votar y ser electas. Para hacerlo efectivo, se hace necesario también respetar nuestra lucha por ser nombradas y respetadas, garantizando en todo momento nuestra seguridad, integridad física, derechos humanos y una vida libre de violencia, contar de manera permanente con programas con transversalidad para el empoderamiento de las mujeres, concretar presupuestos dignos en favor de Secretarías y unidades de género para garantizar una atención integral para víctimas de violencia en los diferentes ámbitos de nuestra vida, entre otras muchas desigualdades y/o injusticias que aún falta derribar; por ello, la lucha sigue y todas y todos podemos sumar en la construcción de una verdadera sociedad democrática, incluyente y progresista.
Les deseo una semana excelente y agradezco sus aportaciones y/u opiniones a través del correo alexaig1701@live.com.mx.

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