Semana Nacional del Agua 2023
Por: Alejandra Salgado Romero
“Para el 2050, se predice que entre 4.800 millones y 5.700 millones de personas vivirán en áreas con estrés hídrico durante al menos un mes al año, frente a los 3.600 millones actuales. Mientras que el número de personas en riesgo de inundaciones aumentará a 1.6 mil millones, de 1.2 mil millones”
Aquae Fundación
El agua o la falta de ésta, tiene gran impacto en todos los aspectos de la humanidad: la producción de alimentos, de energía, el cambio climático, la educación y la salud. Y desafortunadamente, constituye una grave problemática a nivel mundial: en muchos países, por ejemplo, en los hospitales no disponen de agua corriente y limpia, lo que genera graves problemas, infecciones y muchas muertes relacionadas con esta falta de higiene. Sin duda alguna, el agua es el elemento básico sin el cual no está garantizada la vida; sin embargo, es un recurso escaso en algunas zonas del mundo, con datos alarmantes: se estima que 4 de cada 10 habitantes del planeta están afectados por escasez de agua.
El agua es un elemento esencial para toda la biosfera y resalta atribuciones culturales y simbólicas, así como un bien natural que permite el desarrollo de la sociedad, genera justicia social y contrarresta la pobreza. Se relaciona con lo económico y con la interculturalidad, constituyendo un elemento sagrado para los pueblos originarios y un factor fundamental, -sobre todo en la época de siembra-, para comunidades rurales. Además de ser indispensable para la vida, el agua ha permitido el desarrollo económico, comercial y social. Sin embargo, se ha documentado cómo el crecimiento poblacional y la industrialización han dado como resultado un incremento en la demanda del líquido, así como una mayor dispersión de las zonas urbanas en sitios desprovistos de agua, con un incremento en la necesidad de desarrollar cada vez más y más compleja infraestructura, para continuar abasteciendo las demandas de la población.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), 2,1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura, 4,5 billones de personas carecen de servicios de saneamiento seguros, 340.000 niños y niñas menores de cinco años mueren cada año por enfermedades diarreicas y al menos 1.800 millones de personas en todo el mundo beben agua que no está protegida contra la contaminación de las heces. Con todo ello como antecedente, en julio de 2010, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reconoció el derecho de todas las personas al agua y al saneamiento. Ello implica que cada persona debería tener acceso a una cantidad suficiente de agua para uso doméstico: entre 50 y 100 litros de agua al día, y además que sea segura, aceptable y asequible. Su coste no debe suponer más del 3% de los ingresos del hogar y la fuente no debe estar más lejos de 1 Km del hogar, ni su recogida superar los 30 minutos. … lo que representa algo muy lejano a nuestra realidad.
Un dato importante es que en México existen 459 acuíferos que son regulados por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) mediante la Ley de Aguas Nacionales y, en el caso de la zona fronteriza de México-Estados Unidos, también por la Comisión Internacional de Límites y Aguas. Pese al marco regulatorio, en diversos estados del país se han suscitado numerosos conflictos sociales relacionados con el agua; aunado a estas problemáticas sociales, se presenta la problemática ambiental en torno al agua, de tal manera que la deforestación, cambios de uso de suelo, extractivismo del agua por monopolios, entre muchos otros factores, está dando como resultado, sequías, desabasto y problemáticas sociales.
En México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), casi uno de cada tres hogares no tiene acceso diario al agua potable. Nuestro Estado, -Guerrero-, está dentro de los Estados mexicanos con mayores afectaciones por las temporadas de sequía, encontrándose también Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Oaxaca, Chiapas, la península de Yucatán y el Valle de México. Hace más de un año que el Programa Nacional Hídrico 2020-2024 (PNH) fue publicado por CONAGUA, siendo el principal instrumento de política pública que establece los objetivos, estrategias y acciones que el gobierno actual implementa para la correcta administración de los recursos hídricos en nuestro país y que tiene como principal objetivo buscar avanzar equitativamente en la seguridad hídrica que tanto requiere el país. Según datos de CONAGUA, sólo el 58% de la población en México cuenta con acceso al agua y saneamiento básico, siendo las comunidades rurales las más afectadas, con apenas 39% de cobertura. La situación se torna aún más crítica por la sobreexplotación de los mantos acuíferos, -principalmente en el norte del país-, y los efectos del cambio climático con sequías e inundaciones, lo cual afecta a entidades que concentran al 62% de la población.
Por ello, resulta trascendental conocer, difundir y hacer conciencia sobre la importancia de cuidar el agua, y acciones como la Semana Mundial del Agua, -en 2023, la Semana Mundial del Agua se celebra del 20 al 24 de agosto on line y también presencial, en el corazón de Estocolmo en el Stockholm City Conference Centre, donde se celebró la Semana Mundial del Agua en los años anteriores, se abordará el tema «Semillas del Cambio: Soluciones Innovadoras para un Mundo Sabio en el Uso del Agua» en esta conmemoración-, se consideran punto estratégico para enfrentar y tratar de contrarrestar los problemas del agua en todo el mundo, pues a través de ella se pretende reflexionar sobre los problemas existentes, por lo que se reúnen expertos/as de todo el mundo, para analizar y proponer soluciones a los desafíos hídricos prioritarios del planeta.
Todas y todos debemos comprometernos a trabajar para lograr hacer posible el derecho humano al agua y al saneamiento para toda la población, lo que sólo será posible mediante acciones firmes, conscientes y coordinadas entre la sociedad, todos los niveles de gobierno y las empresas. Algunas acciones que podrían tomarse en cuenta para asegurar el abasto del agua para todas las personas en México son: a) Gestión sostenible del agua: Implementar medidas para garantizar una mejor gestión, como la conservación y la protección de los recursos hídricos; b) Mejora de la infraestructura: Es necesario mejorar la infraestructura para el tratamiento y distribución del agua, especialmente en áreas rurales y pobres, para garantizar que esté disponible y sea segura para el consumo; c) Tratamiento y eliminación de contaminantes: Es importante llevar a cabo medidas para tratar y eliminar los contaminantes, ya que estos pueden afectar su calidad y dificultar el acceso al líquido de manera limpia y segura; d) Sensibilización y educación: Promover la sensibilización y la educación sobre la importancia del agua y cómo conservarla y protegerla; e) Participación comunitaria: Involucrar a las comunidades en la toma de decisiones relacionadas con dicho líquido e implementar medidas para asegurar su abasto; y, f) Financiamiento: Es necesario asegurar el financiamiento adecuado para llevar a cabo las medidas necesarias para asegurar el abasto para todas las personas. Es importante tener en cuenta que la solución a la disponibilidad del agua en México es compleja y requerirá un esfuerzo conjunto de gobiernos, empresas y organizaciones de la sociedad civil para asegurar el abasto para todas las personas en el país.
Les deseo una semana excelente y agradezco sus aportaciones y/u opiniones a través del correo alexaig1701@live.com.mx.