Día Mundial de Lucha contra la Depresión

Por: Alejandra Salgado Romero

“La estigmatización, la discriminación y la violación de los derechos humanos de las personas con trastornos mentales están muy extendidas en la sociedad y en los sistemas de atención de todo el mundo; de hecho, en 20 países todavía se penalizan los intentos de suicidio. En todos los países, las personas más pobres y más desfavorecidas de la sociedad son las que mayores riesgos corren de verse afectadas por mala salud mental y también las que menos probabilidades tienen de recibir los servicios adecuados”

Organización Mundial de la Salud (OMS)

La depresión, de acuerdo a especialistas, constituye un trastorno emocional que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo, siendo considerada como la primera causa mundial de discapacidad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019, casi mil millones de personas –entre ellas un 14% de las y los adolescentes de todo el mundo– estaban afectadas por un trastorno mental. Los suicidios representaban más de una de cada 100 muertes y el 58% de ellos ocurrían antes de los 50 años de edad. Las estadísticas oficiales indican que los trastornos mentales son la principal causa de discapacidad y responsables de uno de cada seis años vividos con discapacidad. Diversos estudios han demostrado que las personas con trastornos mentales graves mueren de 10 a 20 años antes que la población general; la mayoría de las veces por enfermedades físicas prevenibles. Entre muchas otras causas, los abusos sexuales en la infancia y el acoso por intimidación, son importantes causas de depresión. También, las desigualdades sociales y económicas, las emergencias de salud pública, las guerras y las crisis climáticas se encuentran entre las amenazas estructurales para la salud mental, en todo el mundo. Y esta problemática se ha agudizado, pues la depresión y la ansiedad aumentaron más de un 25% en el primer año de la pandemia, solamente

Al respecto, El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha señalado que “Todos conocemos a alguien afectado por trastornos mentales. La buena salud mental se traduce en buena salud física. Los vínculos indisolubles entre la salud mental y la salud pública, los derechos humanos y el desarrollo socioeconómico significan que transformar las políticas y prácticas con respecto a la salud mental puede arrojar beneficios reales y considerables para las personas, las comunidades y los países de todo el mundo. La inversión en salud mental es una inversión en una vida y un futuro mejores para todos”. En cuanto a la situación en México, la depresión es uno de los padecimientos mentales más comunes en México y el mundo es la depresión, que se caracteriza por bajo estado de ánimo, sentimientos de tristeza y desesperanza, asociados con alteraciones de comportamiento, grado de actividad y pensamiento; afecta al 15% de la población nacional, y se prevé que para 2030 sea la primera causa de discapacidad mental en jóvenes y adultos.

Desafortunadamente, si antes de la emergencia sanitaria generada por el COVID 19 había una gran cantidad de pacientes con depresión, -lo que constituye un problema de salud mental que, entre otras muchas consecuencias, disminuye años de vida laboral-, ahora el número de casos de esta enfermedad aumentó y se presenta en personas de cualquier edad. Otro aspecto desfavorable es que, en nuestro país, el número de psiquiatras es reducido, pues mientras la OMS recomienda cinco especialistas por cada 100 mil habitantes, en el país sólo hay 3.7 por cada 100 mil. Pero el problema no sólo es ese, sino que la mitad de dichos profesionistas se ubica en áreas metropolitanas. Ante esta situación, especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México, han afirmado –y recomendado-, que la atención a la salud mental debe iniciar a partir de la primera infancia. En concreto, la OMS considera que debe darse antes de los 14 años, etapa en la que se presenta la mayoría de los trastornos de salud mental, entre ellas la esquizofrenia y el trastorno bipolar.

Entre los principales rasgos característicos de la depresión destacan tristeza permanente, pérdida de interés o placer en las actividades de la vida cotidiana (anhedonia), aislamiento, trastornos del sueño y del apetito, falta de concentración y sensación de cansancio. En todo caso, se requiere atención médica especializada para su oportuno diagnóstico y tratamiento, teniendo siempre presente que no se trata de un simple decaimiento en el estado de ánimo o emocional, ya que puede conllevar al surgimiento de otras enfermedades como estrés, fobias, ansiedad, trastornos obsesivos y, en el peor de los casos, conducir al suicidio.

Se ha determinado que en este padecimiento influye notablemente la composición genética y el funcionamiento de los neurotransmisores cerebrales, definidos como aquellas sustancias químicas que ayudan a la transmisión de mensajes entre las células nerviosas del cerebro. Pero existen múltiples causas, encontrándose entre las más comunes: antecedentes personales y/o familiares con cuadros depresivos, composición química, genética y hormonal, exposición a situaciones estresantes y traumas, problemas económicos, situación laboral o desempleo, pérdida o enfermedad de un ser querido o mascota, rupturas sentimentales, divorcios, enfermedades preexistentes que pueden provocar síntomas depresivos, como el hipotiroidismo, la mononucleosis, entre otras afecciones, presiones de tipo social como el bullying (acoso escolar), cyberbulling (acoso por redes sociales) o mobbing (acoso laboral).

En todo caso, es importante saber que cualquier persona es susceptible a pasar por un episodio depresivo, el cual puede ser imperceptible en la mayoría de los casos, por lo que debe ser consciente de que no es su culpa y tiene que buscar ayuda, ya que la depresión es un trastorno que se puede diagnosticar a tiempo, siendo importante mantenerse informado/a y buscar la orientación necesaria sobre este tema tan sensible. Este 13 de enero, Día Internacional de la Lucha contra de la Depresión, unamos esfuerzos para informar sobre este padecimiento y llevar un importante mensaje: superar un episodio depresivo requiere orientación médica especializada, pero también, el apoyo total por parte del entorno afectivo y familiar de la persona afectada.

Les deseo una semana excelente y agradezco sus aportaciones y/u opiniones a través del correo alexaig1701@live.com.mx.

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