ACTIVIDADES DE CIERRE DE CICLO ESCOLAR

Por: Alejandra Salgado Romero

“Las cosas se han precipitado y lo que era un leve y manso sueño, apenas una esperanza y un deseo contradictorio entre tantos otros, hasta algo insignificante tiempo atrás, hoy, de golpe, se ha hecho realidad, y su magnitud nos sorprende, tanto por lo que es, como por lo rápido de su concreción”
Tomás Landivar

En esta temporada el alumnado, personal, madres y padres de familia estamos inmersos, -desde nuestra función-, en la vorágine de actividades de cierre de ciclo escolar, pues se culmina una etapa muy significativa dentro del contexto del aprendizaje; para los y las estudiantes, la escuela se convierte cada vez más en el espacio donde no sólo se están formando para la vida, sino que es, especialmente, el ámbito caracterizado por poner en práctica el proceso de la vida en sí. Además, siempre es satisfactorio y conveniente cerrar ciclos, es decir, algo que inicia llega a su término, y tal situación conlleva una enseñanza para los alumnos y alumnas. Cada colectivo busca que el ciclo escolar arroje resultados favorables, y no me refiero solamente a índices estadísticos sobre aprovechamiento, reprobación y deserción, -que de suyo son muy importantes-, sino todo aquello que hemos logrado para hacer crecer a cada alumno/a como ser humano, que hace de cada estudiante un ser con pensamiento libre, crítico, creativo y reflexivo.

El tiempo de receso es indispensable para la existencia digna, ya que permite resarcirnos para continuar con nuestras actividades y las exigencias propias del vivir; así mismo, es la fórmula eficaz para otorgar descanso físico y mental; en el ámbito educativo, el receso escolar, es también el espacio para despejarse y poder continuar con renovadas energías las actividades pedagógicas del próximo período escolar, y en la actualidad se busca constituir como una temporada de capacitación y actualización. Lo ideal es que este receso sea aprovechado por educandos y educadores para la convivencia familiar, ya que es el tiempo donde los padres y madres tenemos mayor oportunidad de incidir en nuestros hijos e hijas con acciones extraescolares que incrementen su cultura y el conocimiento del entorno.

Es imprescindible reconocer que lo importante es que esta cierre, -que en el caso de quienes egresan, también se trata de una despedida-, logre dar cuenta del crecimiento, de los logros compartidos y de la esperanza de mejores horizontes. Reconocer y celebrar este acontecimiento es festejar la vida, su transcurrir, sus alegrías y desdichas… en las escuelas, es la celebración por haber cumplido nuestra responsabilidad como educadores y educadoras, reconocer la oportunidad de haber contado con niños, niñas y jóvenes que vivieron sus experiencias y compartieron un lugar privilegiado: agradecer el ser proveedores, destinatarios y responsables de la educación y del desarrollo de las nuevas generaciones. El desafío de estos encuentros es el de poder transmitir esa alegría por haber podido compartir ese espacio decidiendo, de manera conjunta, el alcance de esa celebración, cómo otorgarle sentido sin quitarle el marco festivo propio de las instituciones escolares. Las palabras de algún o alguna estudiante, de un o una docente, de un miembro de la comunidad, tal vez una foto o una compromiso que se establezca, nos permitirá ver el paso del tiempo y celebrar el crecimiento. Si se pudiese decir cuál fue el logro del año, la actividad que nos resultó más placentera, aquella en la que más aprendimos, la que más nos reconfortó o la que nos llenó de entusiasmo, es probable que luego el recuerdo del período pasado nos resulte profundamente promisorio, por ello, felicidades a todos y todas, ya que celebrar el paso del tiempo implica celebrar el escollo superado y recordar el mejor tiempo vivido hasta ahora. Con base a lo anterior, en lo personal, y aún con todos los proyectos pendientes, reconozco que esta época, lejos de provocar estrés, debe representar ilusión, alegría y deseo de renovación.

Las actividades de fin de ciclo son actos escolares que forman parte de las tareas que se desarrollan en la escuela, y se deben realizar de acuerdo con lo dispuesto en el Calendario Escolar y a las indicaciones emanadas por nuestras Autoridades Superiores, con respecto a su forma y contenido. Si bien el cierre del ciclo constituye, -de alguna manera-, una temporal despedida, este “hasta luego” debe dar cuenta del crecimiento, de los logros compartidos y estar permeado por la esperanza de obtener, -en el futuro-, mejores resultados. En el fin de ciclo los y las docentes, y, en general, quienes integramos el personal del ámbito educativo deberíamos estar tranquilos por haber cumplido nuestra responsabilidad como educadores/as y haber contado con niñas, niños y jóvenes que vivieron sus experiencias y compartieron con nosotros/as un lugar privilegiado, que es el de ser proveedores, destinatarios y responsables de la educación, la formación y el desarrollo de las generaciones jóvenes; el desafío es, entonces, poder expresar esa alegría por haber compartido ese espacio decidiendo, -de manera conjunta-, el alcance de esa celebración, es decir, cómo otorgarle brillo y sentido sin quitarle el marco festivo propio de las instituciones escolares, pero también, sin someter a las familias de nuestro alumnado a gastos excesivos que comprometan su economía, así como respetando la normativa que nos ha sido difundida con oportunidad. Igualmente importante debe resultar reflexionar individual y colectivamente sobre el actuar de cada cual, pues es, en efecto, una etapa de balances en la que se miden los logros, y se clarifica lo que no se hizo adecuadamente, y esto, aunado a el trabajo que implican las actividades características de esta época (clausuras, documentación, reuniones), hace que los y las docentes nos agotemos física, intelectual y emocionalmente, y, por lo tanto, resulta importante tomar los problemas con calma y controlar los esfuerzos, con la finalidad de realizar nuestro trabajo de la mejor manera posible, enriqueciéndonos a través de él.

Espero sus comentarios y sugerencias en el correo electrónico alejandra.salgado.esdafzk@gmail.com, y les deseo un feliz fin de semana.

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