Día Mundial sin Tabaco

Por: Alejandra Salgado Romero

“Los contenidos que promocionan los cigarrillos electrónicos, las bolsas de nicotina y los productos de tabaco calentado han sido vistos más de 3.400 millones de veces en las plataformas de las redes sociales.”

OPS (Organización Panamericana de la Salud)

Cada 31 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados celebran el “Día Mundial Sin Tabaco”, buscando contribuir a poner de relieve los riesgos asociados con el tabaquismo, tanto para la salud como en otros ámbitos, y abogar por políticas eficaces para reducir su consumo. Al respecto, especialistas como el Dr. Rafael César Chávez Domínguez, han aportado que: “Como enfermedad grave, el tabaquismo reclama cuidados para atender las necesidades individuales y colectivas. Los cuidados de prevención en el individuo sano se requieren desde la edad escolar. Es apremiante despertar la conciencia social y mantener el interés por cuidarse, tanto como les importa hoy a quienes por ello han deteriorado su salud y bienestar. Los profesionales de la salud dan testimonio de la enfermedad, del sufrimiento y la muerte de sus pacientes, son ellos quienes deben dar el mejor ejemplo de tales cuidados a la ciudadanía”.


A pesar de que se conocen bien los daños para la salud cardiaca que provoca el tabaco y de la disponibilidad de soluciones para reducir la morbimortalidad que ocasiona, amplios sectores de la población desconocen que es una de las principales causas de las enfermedades cardiovasculares. Es necesario enfatizar que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo, y el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco ajeno contribuyen alrededor del 12% de las defunciones por cardiopatías. El consumo de tabaco es la segunda causa de enfermedades cardiovasculares, después de la hipertensión arterial.


Según datos de la OMS, la epidemia mundial de tabaco causa cada año más de 7 millones de defunciones, 900 000 de las cuales corresponden a personas no fumadoras que respiran humo de tabaco ajeno. Cerca del 80% de los más de 1000 millones de fumadores que hay en el mundo, viven en países de ingresos medianos y bajos, que son los que soportan la mayor carga de enfermedad relacionada con este producto. Se calcula que 37 millones de niños y niñas de entre 13 y 15 años consumen tabaco en todo el mundo y, desafortunadamente, en muchos países la tasa de consumo de cigarrillos electrónicos entre las y los jóvenes supera a la de los adultos.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que el lema de la campaña de la edición de 2025 del Día Mundial Sin Tabaco, será: “Desenmascaremos su atractivo: las tácticas de la industria con los productos de tabaco y nicotina al descubierto”. Lo anterior, debido a que uno de los principales desafíos a los que se enfrenta la salud pública en la actualidad, es combatir el atractivo del tabaco, la nicotina y los productos conexos, especialmente entre el público joven. Se tiene claro que la industria trata sistemáticamente de encontrar maneras de hacer que estos productos sean atractivos, y añade sabores y otros agentes que modifican el olor, el gusto o la apariencia de esos productos. Estos aditivos están concebidos para enmascarar la aspereza del tabaco y, de este modo, mejorar su palatabilidad, pensando sobre todo en la juventud. También se han detectado otras tácticas de la industria, como son: estrategias de comercialización basadas en el glamour (se utilizan, con fines estratégicos, diseños elegantes, colores llamativos y sabores atractivos para captar a un grupo demográfico más joven, en particular a través de los medios digitales), diseños engañosos (algunos productos imitan dulces, golosinas e incluso a personajes de dibujos animados, artículos que a niñas y niños les resultan naturalmente atractivos) y refrigerantes y aditivos (gracias a estos productos, la experiencia puede resultar más agradable, lo que aumenta la probabilidad de un uso continuo y reduce las posibilidades de dejar de fumar). Estas tácticas pueden contribuir a que las personas se inicien a una edad temprana en el tabaquismo o en el consumo de nicotina, lo que conlleva una posible adicción de por vida y consecuencias para la salud. Al presentar estos productos bajo un prisma más atractivo, la industria no solo amplía su base de consumidores inmediatos, sino que también hace que resulte más difícil dejar de fumar, y se prolonga la exposición a sustancias nocivas.

Ante ello, la campaña para la edición de 2025 del Día Mundial Sin Tabaco tiene como objetivos, según la OMS: a) Crear conciencia: informar al público sobre las tácticas a las que recurre la industria para manipular el aspecto y el atractivo de los productos de tabaco y nicotina; b) Promover cambios en materia de políticas: medidas para prohibir los aromas y los aditivos que realzan el atractivo de estos productos, la prohibición total de la publicidad, así como la promoción y el patrocinio del tabaco, también en las plataformas digitales y regulación del diseño de los productos y de sus envases para que resulten menos atractivos; y, c) Reducir la demanda: destapar estas tácticas tiene como objetivo reducir la demanda, en especial entre las y los jóvenes, lo que en última instancia disminuirá su exposición a los productos de tabaco y nicotina. Se busca que, al desenmascarar estas estrategias, la campaña muestre qué vías utiliza la industria para comercializar la adicción, e impulse esfuerzos encaminados a reducir la demanda y promover la salud pública a largo plazo.

Está demostrado que no basta con legislar la prohibición en lugares públicos o la restricción de la publicidad; es necesario ir más allá, desde la edad escolar, padres, madres y docentes debemos involucrarnos de forma determinante para acabar con esta nociva adicción. Iniciemos cuidando de nosotros/as y de quienes nos rodean, pues se trata de cuidar nuestra calidad de vida… así como nuestra propia vida.


Les deseo una semana excelente y agradezco sus aportaciones y/u opiniones a través del correo alejandra.salgado.esdafzk@gmail.com.