Álvaro Venegas Sánchez


En el actual proceso electoral contienden por la presidencia de la República, las senadurías y las diputaciones federales siete partidos, MC y dos coaliciones integrada por PAN, PRI y PRD y otra por Morena, PT y PVEM. Al mismo tiempo en 8 estados también disputan las gubernaturas: Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Veracruz, Tabasco, Chiapas, Yucatán y Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. En algunas entidades federativas se suman, además, partidos estatales y otros nuevos que buscan obtener registro.


La campaña por la Presidencia, diputados y senadores para renovar el Congreso federal está en su apogeo. En tanto, para aspirantes a gubernatura, diputaciones locales y ayuntamientos municipales el calendario es distinto. Tiene que ver con número de habitantes y tipo de elección que concurre. Es el caso de Guerrero. Aquí por ahora no hay elección de gobernador. Los guerrerenses solamente votaremos para elegir candidato o candidata a la presidencia de la República, senadores, diputados federales, diputados locales y alcaldes municipales. La jornada electoral está contemplada para el próximo domingo 2 de junio.


Igual que en procesos anteriores, hechos de violencia e inconformidades por las formas de elegir candidatos y candidatas empañan una vez más el ambiente electoral. Lo primero, la violencia, viene de lejos, de mucho tiempo atrás. No empezó ni la provocó este sexenio, aunque digan eso en spot de Xóchitl Gálvez y hasta prometan soluciones. Lo otro en cambio, requiere que sociólogos y otros especialistas estudien y expliquen el fenómeno. Por decir lo menos, es decepcionante. Antes, el reclamo, las denuncias y la lucha por fraudes y trampas electorales eran contra adversarios de PRI y PAN; por lo que hacían a la oposición antes, durante y después de las votaciones. Que hoy, esas malas prácticas persistan en el partido que gobierna, sobre todo, sucedan teniendo al presidente cuyo legado Morena debe cuidar, defender y profundizar, obviamente desconcierta a la ciudadanía.


No es asunto menor lo que han hecho trascender, a través de la prensa, morenistas que proclaman haber sido fundadores y fueron marginados de candidaturas. Señalan y responsabilizan al dirigente nacional Mario Delgado Carrillo de haber impuesto y privilegiado a ex priistas. Peor aún, denuncian: regidurías y diputaciones tuvieron precio para asignarlas, un millón las primeras y tres millones la diputación local. Ante ello, advierten, habrá voto de castigo. No puede ser. Como simple ciudadano pregunto ¿esto es Morena en Guerrero? ¿Y los principios No mentir, no robar, no traicionar?


En estas condiciones iniciará, el sábado 20 de abril, la contienda en 85 municipios de la entidad. Los candidatos de las dos coaliciones y MC, competirán además con los partidos que fundamentalmente van en búsqueda del registro local: Partido del Bienestar, Partido Encuentro Solidario, Partido Movimiento Laborista, Partido México Avanza, Partido Alianza Ciudadana, Partido Regeneración, Partido de la Sustentabilidad Guerrerense y Fuerza por México Guerrero.
Al respecto vale destacar. La elección anterior fue atropellada por INE al impedir la postulación de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura. De todas maneras, Morena triunfó con Evelyn Salgado Pineda. Fue una especie de repudio de la ciudadanía guerrerense a Lorenzo Córdova, presidente entonces del Instituto Nacional Electoral. Logró también la mayoría del Congreso del estado y, si bien retuvo el ayuntamiento de Acapulco y conquistó Chilpancingo, la capital, de los 81 municipios (ahora son 85) apenas logró en ese tiempo 17 alcaldías, incluyendo las dos mencionadas. Es decir, aunque Acapulco es determinante por el número de votos, la presencia de Morena es escasa en el resto; la mayoría de alcaldes pertenece a los otros partidos.


Ante este panorama, la gobernadora Evelyn Salgado y el senador Salgado Macedonio, tienen el reto de demostrar cuánto han consolidado su presencia y aceptación social. La mandataria está a punto de cumplir tres años de gestión y ha tenido amplio apoyo de AMLO y miembros del gabinete federal. Por su parte, el senador Félix Salgado, es del dominio público la gran influencia que tiene tanto en el partido como en la administración estatal.


Afortunadamente para ella no existe revocación de mandato y él de seguro estima poseer autoridad moral y apoyo suficiente para lograr la reelección y continuar en el Senado. En consecuencia, esta elección sería el mejor parámetro para ambos y claro, para bien o para mal, también será indicio del porvenir para el sufrido pueblo de Guerrero.

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