Por: Servicios AINI
Estados Unidos, Julio 8.- Agentes federales del Servicio de Control de Migración y Aduanas (ICE) fueron resguardados por casi 90 miembros de la Guardia Nacional de California, quienes arribaron juntos inesperadamente al parque MacArthur.
Este parque se encuentra en un vecindario cuya población migrante es mayoritaria.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, se percató del asunto mientras revisaba lo que pareciera ser una cámara de seguridad; a través de su cuenta de X informó que 20 minutos antes de que los uniformados llegaran al parque, había niños jugando.
En el video compartido se puede ver como las autoridades migratorias en caballo, a pie y con armas, como las que suelen usar durante estos operativos, comenzaron a desplazarse de manera apresurada por la zona.
Posteriormente, medios locales y usuarios en redes sociales compartieron fragmentos de video donde se pudo ver a Bass llegando personalmente al lugar con el objetivo de averiguar el motivo de la redada.
El primero en reportarlo fue SkyCal que a través de sus sistemas digitales logró capturar el momento en que la alcaldesa llegó y fue rodeada por medios de comunicación que se encontraban ya presentes.
Karen Bass declaró ante la prensa que había acudido para enfrentar a los agentes de migración porque aseguró «era inaceptable» lo que estaba sucediendo; señaló que estos tendrían que irse y debían de hacerlo «ahora».
Al llegar fue recibida por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense, quienes le brindaron un teléfono para que Bass pudiera sostener una llamada.
Redada sorpresa
La operación en el parque MacArthur, que se encuentra a unos 3.2 kilómetros al oeste del centro de Los Ángeles, incluye 17 Humvees—vehículos militares—, cuatro más tácticos, dos ambulancias y soldados armados.
Esto ocurrió después de que el presidente Donald Trump desplegara miles de miembros de la Guardia y Marines en servicio activo en la ciudad el mes pasado tras las protestas por las redadas de migración anteriores.
Trump intensificó los esfuerzos para cumplir su promesa de campaña sobre deportar a millones de migrantes de Estados Unidos que se encuentran con un estatus sin confirmar y, ha mostrado la disposición de usar el poder militar que tiene la nación de maneras que otros presidentes evitaron hacerlo.
Los funcionarios dijeron a los periodistas que no se trataba de una operación militar, pero reconocieron que el tamaño y el alcance de la participación de la Guardia podría hacer que pareciera lo contrario.
Es por eso que los testimonios hablaron bajo condición de anonimato para proporcionar más detalles sobre la redada que no se anunció públicamente.
«Simplemente, va a ser más evidente y más grande de lo que usualmente es», indicó uno de los funcionarios.
El papel principal de los miembros del servicio sería proteger a los agentes de migración en caso de que se reuniera una multitud hostil, como ha pasado en casos anteriores, mencionó el mismo.
No están participando en actividades de aplicación de la ley como arrestos, pero los miembros del servicio pueden detener temporalmente a los ciudadanos si es necesario antes de entregarlos a las fuerzas del orden, señaló el funcionario.
La operación se planeó ahí porque es un vecindario con grandes poblaciones mexicanas, centroamericanas y de otros países Algunos llaman a la zona «Ellis Island de la Costa Oeste».
El extenso parque MacArthur tiene un lago turbio rodeado de palmeras, un anfiteatro que alberga conciertos de verano y campos deportivos donde las familias migrantes se alinean para jugar al fútbol por las tardes y los fines de semana.
Las autoridades rutinariamente despejan campamentos y equipos de alcance médico que atienden a los residentes sin hogar, también conocidos como «homeless».
Los funcionarios dijeron que los agentes de migración estarán usando camisas azul oscuro para diferenciarse de las tropas.
Los agentes aún llevan pantalones de camuflaje.
Más de cuatro mil miembros de la Guardia Nacional de California y cientos de Marines fueron desplegados en Los Ángeles desde junio, esto contradice los deseos del gobernador del Estado, Gavin Newsom, y los de la alcaldesa Karen Bass.
La semana pasada, el Ejército anunció que unos 200 de esos soldados serían devueltos a sus unidades para combatir los incendios forestales.