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Estados Unidos. El Departamento de Justicia federal demandó el miércoles a Texas por una nueva ley estatal que permitiría a la policía detener a los migrantes que entren ilegalmente en Estados Unidos, llevando de nuevo al gobernador republicano Greg Abbott ante los tribunales por sus medidas contra los migrantes que cruzan la frontera sur del país.


La demanda lleva a Texas a otro enfrentamiento sobre inmigración en un momento en el que Nueva York y Chicago están tomando medidas contra los autobuses y aviones que transportan a migrantes y son enviados por Abbott a ciudades con gobiernos demócratas. Texas también está librando batallas judiciales por separado para mantener alambre de púas en la frontera y una barrera flotante en el río Bravo (o Grande).


Pero una ley que Abbott firmó el mes pasado plantea un desafío mayor y más amplio a la autoridad del gobierno federal en materia de inmigración. Además de permitir a la policía de cualquier lugar de Texas detener a migrantes acusados de ingreso ilegal, los jueces locales también podrían ordenar a los migrantes que abandonen el país.

La ley está programada para entrar en vigor en marzo.
Ante las preocupaciones de activistas que argumentan que la ley propicia el perfilado racial hacia inmigrantes que residen en el estado, entre otros resultados negativos, Abbot advirtió que la aplicación de esta ley «se enfocará en la frontera».


La medida se suma a otras que Abbott ha instrumentado como parte de su Operación Estrella Solitaria contra la inmigración irregular, a la que han sido asignados nueve mil 500 millones de dólares desde 2021 y que ha incluido la colocación de un cerco de alambre de púas y una barrera de boyas en el fronterizo Río Grande (Río Bravo en México).

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