Por: Vicky Barrios
Iguala, Guerrero, Octubre 24.- El agua que sale de la planta potabilizadora es apta para el consumo humano, sin embargo, en su trayecto hacia los hogares puede contaminarse debido a las tuberías obsoletas, muchas de las cuales tienen ya varios años en uso, además de tinacos y cisternas que no se han limpiado, así lo aseguró el director de Capami, Carlos Balbuena Shiaffini.
Para respaldar lo anterior, el director bebió un vaso de agua de la llave en la planta potabilizadora. Mostró el proceso que se lleva a cabo después de que el agua es extraída de la presa de Tepecoacuilco y llega a la planta, donde recibe un tratamiento de potabilización. A través de la adición de químicos, el agua es purificada antes de ser enviada a los hogares de Iguala, explicó.
Alejandro Pulido Rangel, director operativo de la planta, informó que, dependiendo de la cantidad y turbiedad del agua, se determina la dosis de reactivos a utilizar. El último proceso para purificar el agua consiste en el filtrado a través de grava y arena sílica, detalló.
El químico-biólogo parasitólogo Cristhiam Román mostró el proceso de sedimentación mediante un simulador a escala. Explicó que, a través de la prueba de laboratorio «Harras», se determina la dosis necesaria de reactivos, como el coagulante sulfato de aluminio, según la cantidad y turbiedad del agua. Todo esto, de acuerdo con la Norma 127.
El 29 y 30 de octubre, por primera vez, un laboratorio certificado realizará pruebas al agua que sale de la planta potabilizadora, con el fin de garantizar la calidad del vital líquido para consumo. Además, se llevarán a cabo pruebas en la planta tratadora de aguas residuales (PTAR).
Finalmente, el director Balbuena Shiaffini informó que el costo total de los químicos utilizados para potabilizar el agua (sulfato, gas cloro e hipoclorito de sodio) es de medio millón de pesos mensuales.