Fernando Polanco Ochoa
Chilpancingo, Gro. Al dar por concluida la Jornada Nacional por la Paz aquí, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, cuestionó: “¿cuánto más va a aguantar Guerrero?”.


Se refirió así a la violencia que azota al estado y que la semana pasada estuvo a punto de cobrar la vida del sacerdote Felipe Vélez Jiménez, en Chilapa, donde fue atacado y recibió un balazo en un pómulo, pero que fue reportado como delicado pero estable.


En una misa que ofreció en la plaza Primer Congreso de Anáhuac, dijo que el párroco de Iguala fue atendido en esta ciudad capital, pero que no lo pudieron intervenir quirúrgicamente, por lo que lo trasladaron a Cuernavaca, Morelos.


Señaló que ante la violencia los sacerdotes deberán portar identificaciones religiosas e incluso sus vehículos los tendrían que rotular de la misma manera, para que no los confundan.


Precisó sería obligatorio “que traigamos el alzacuello o un signo religioso y que los vehículos también estén rotulados así. Si nos confunden pues que nos confundan, porque ya la traen, pero que no nos vayan a confundir por equivocación”.


También dijo que buscará el diálogo con grupos delictivos para ayudar a alcanzar la pacificación, y manifestó su confianza en que las autoridades informen sobre la causa del atentado al sacerdote Felipe Vélez.

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