Manuel Añorve y la astucia del zorro

Por: Efraín Flores Iglesias

Desde muy joven milita en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y gracias a su disciplina y habilidad política ha ocupado importantes responsabilidades públicas.

Hoy por hoy, es el máximo líder del priismo guerrerense y coordinador del grupo parlamentario del tricolor en la Cámara de Senadores. De hecho, el pasado 2 de junio fue reelegido como senador de la República en la entidad suriana.

Es un hombre preparado académicamente y un zoom politikón por excelencia. Tiene amplia experiencia como parlamentario y en construir alianzas. Por eso se mantiene vigente en el escenario político estatal y nacional.

En efecto, me refiero a Manuel Añorve Baños, el ometepequense que ha resistido muchas campañas de lodo en su contra y que sigue de pie y más vivo que nunca.

Es egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde obtuvo la Licenciatura en Derecho, las maestrías en Derecho Constitucional y Derecho Administrativo, y el Doctorado.

Ha sido síndico procurador del Ayuntamiento de Acapulco, dos veces presidente municipal de Acapulco, diputado local en la LVI Legislatura, diputado federal en dos ocasiones (LVIII y LXII Legislaturas) y senador de la República desde el año 2018 a la fecha (en 2024 logró la reelección).
También ha sido candidato a la gubernatura de la entidad y coordinador de campaña.

Actualmente, tiene 67 años de edad y sigue echado para adelante. Sabe lo que quiere y hacia dónde va.

Tiene vocación para servir y se ha mantenido leal a su partido desde 1975, a diferencia de otros personajes que durante muchos años se vieron favorecidos con cargos públicos en el PRI y que después de 2018 decidieron abandonar el barco para negociar impunidad con la Cuarta Transformación o buscar refugio en el partido de Dante Delgado.

Antes de las elecciones del 2 de junio de 2024 muchos de sus adversarios daban por hecho que lo sepultarían políticamente.

Y, ¡oh, sorpresa! Manuel Añorve les demostró ser más hábil que ellos.

Para empezar, el “Chaparrito cabrón” no tuvo que mentirle a la autoridad electoral ni a los guerrerenses que era afromexicano.

Manuel Añorve, en su calidad de candidato de la alianza PRI-PAN-PRD, hizo propuestas serias a los electorales y demostró ser un buen estratega.

Un ex gobernador de triste memoria quiso impedir su reelección como senador, pero el tiro le salió por la culata. Los votos del priismo de base leal, la fuerza electoral del PRD y los votos que aportaron los panistas y ciudadanos sin partido fueron determinantes para que el ex alcalde porteño lograra reelegirse por el principio de primera minoría.

En este momento, Manuel Añorve es el guerrerense que más reflectores acapara a nivel nacional, ya que es un líder opositor serio y que no pierde el tiempo en discusiones estériles.

Su papel en el Senado ha sido reconocido por los coordinadores de otros grupos parlamentarios.

Al igual que el extinto ex gobernador, ex senador, ex diputado federal y ex dirigente nacional del PRI, René Juárez Cisneros, Manuel Añorve destaca por ser un guerrerense comprometido con la patria, la democracia y las instituciones del Estado mexicano.

Sólo es cuestión analizar sus intervenciones en tribuna y lo que declara a los medios de comunicación.

Mientras otros personajes andan buscando en qué partido refugiarse o quién los apadrine con una candidatura para las próximas elecciones, el senador Manuel Añorve camina con paso firme y está dando buenos resultados a los que le depositaron su confianza en 2024.

Como cada tres años, su nombre suena fuerte para la gubernatura del estado. Y muy probablemente participará, ya que es una aspiración legítima que tiene como cualquier actor político guerrerense.

Lo cierto es que ese tema no lo estresa, ya que él está de lleno atendiendo la agenda parlamentaria de su partido en el Senado y es muy respetuoso de los tiempos que marca la ley electoral.

El grave error que han cometido sus adversarios políticos en cada elección es subestimarlo, porque no entienden aún que en política no hay enemigo pequeño.

Manuel Añorve, al igual que Napoleón Bonaparte, sabe conducirse con sabiduría y destreza para lograr grandes fines y superar obstáculos.
Además, es un hombre perseverante, observador y astuto como un zorro.

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