López Obrador, la marcha y la oposición
Por: Efraín Flores Iglesias
“Haiga sido como haiga sido”, el presidente Andrés Manuel López Obrador reunió a más de 900 mil simpatizantes —1 millón 200 mil, según Claudia Sheinbaum Pardo— en la marcha que encabezó desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo de la Ciudad de México.
Acarreados y no acarreados, funcionarios públicos, gobernadores, legisladores y ciudadanos desbordaron Paseo de la Reforma y otras arterias del Centro Histórico.
Celebrar el cuarto aniversario del gobierno de la Cuarta Transformación, fue el pretexto de la marcha convocada por el inquilino de Palacio Nacional, quien sigue comportándose como candidato y no como estadista.
Hubo personas que viajaron más de 30 horas en carretera desde Quintana Roo o Baja California, a quienes tampoco les importó caminar más de 5 horas los 4.5 kilómetros que separan la glorieta del Ángel de la Plaza de la Constitución.
Lo cierto es que no todos participaron por convicción en tan histórica marcha encabezada por el rey de las marchas y movilizaciones. Hubo quienes lo hicieron por dinero o para no perder sus empleos.
La mayoría sí marchó en apoyo del presidente López Obrador y contra los “conservadores”, los “fifís” y los “enemigos de la patria”, aquellos que le estorban a la Cuarta Transformación y al “humanismo mexicano”.
“Es un honor estar con Obrador”, fue el grito de batalla de los simpatizantes del mandatario federal, quien después de cuatro años volvió a marchar con el “pueblo bueno y sabio’ y con sus ‘corcholatas’ favoritas (Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard, en ese orden).
Al arribar al Zócalo, no todos los que marcharon se quedaron en el mitin, por lo que durante el mensaje del tlatoani de Macuspana la plaza lució con muchos huecos.
Además, a unos metros de ahí se encontraban las tiendas de campaña de los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), quienes desde hace varios días mantienen una protesta para exigir una mesa de diálogo con el gobierno federal para que se cumplan sus demandas de basificación, recategorización y pago de adeudos que dejaron gobernadores anteriores a Evelyn Salgado Pineda, la actual titular del Poder Ejecutivo estatal y que es emanada de Morena.
Hasta el momento han sido ignorados por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López y por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
El mitin duró 105 minutos y el Zócalo no lució abarrotado como lo esperaban los organizadores, pero eso no fue motivo para que el presidente López Obrador presumiera los logros de su gobierno y para lanzarse contra sus opositores.
“Hemos reducido la incidencia delictiva las manifestaciones de protesta son pocas, no proliferan las huelgas ni existe ingobernabilidad, se garantiza como nunca la libertad de expresión y el derecho a disentir, México hoy es santuario de las libertades”, dijo.
Y ante el clamor popular de que se reelija, el presidente dijo que no porque es maderista.
“No, no a la reelección, nosotros somos maderistas. Sufragio efectivo, no reelección”, recalcó.
De sus opositores conservadores, insistió en que son muy hipócritas, cuya doctrina es la hipocresía.
“Lo tengo que decir, aunque no es mi gusto, lo tengo que decir porque nuestros adversarios son muy hipócritas, muy falsarios, la verdadera doctrina del conservadurismo es la hipocresía”.
A sus 69 años de edad, al presidente López Obrador aún se le ve fuerte y decidido a pulverizar a la oposición. Su meta es clara: no entregarle la banda presidencial en 2024 a alguien que no sea de su movimiento político-social.
Su discurso a favor de los pobres y contra los conservadores y saqueadores del país, es su mejor bandera. Hasta la fecha le ha funcionado muy bien.
Mientras sus opositores del PRI, del PAN y del PRD lo cuestionan desde la comodidad de sus oficinas con aire acondicionado o en reuniones de café, el político tabasqueño sigue conservando su popularidad y el apoyo de la gente de abajo.
Los errores que ha cometido su gobierno, ahí están y son bastantes. Pero sus opositores no han encontrado la fórmula para debilitarlo a él y a su partido (Morena) antes de las elecciones de 2024.
Las elecciones se ganan con votos y con buenos gallos, pero es claro que en la oposición la caballada está flaca. Y lo que es peor: personajes como Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, en nada beneficia a la alianza “Va por México”.
Sin lugar a dudas, la marcha de este domingo fortalece aún más el ego del que desde 2018 gobierna al país.
En lo particular, no creo que sea la última marcha que encabece. Organizar y encabezar marchas y manifestaciones es su mero mole.
¿DE QUÉ SE RÍE “LA BARBIE”?
De acuerdo a Milenio Diario, Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”, uno de los operadores más poderosos de los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva, ya no se encuentra bajo custodia de autoridades penitenciarias estadounidenses.
“Tras una revisión del Buró Federal de Prisiones de EU (BOP), aparece que Valdez, con número de registro 05658-748 ya no está bajo custodia”, refirió el medio en su portal web.
Y agrega: “Aún se desconoce el motivo de su liberación; sin embargo, apunta a dos escenarios. Que La Barbie esté participando activamente como testigo en algún caso criminal o que forme parte de un programa de protección a testigos”.
‘La Barbie’ fue detenido el 31 de agosto de 2010 en el Estado de México, por la Secretaría de Seguridad Pública federal. Y al ser presentado ante los medios de comunicación, nunca dejó de sonreír ante las cámaras.
Tal vez en este momento sigue sonriendo como en ese entonces. ¡Zas!
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