Desangelado, el primer informe de Norma Otilia

Por: Efraín Flores Iglesias

La presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, no fue capaz de llenar las sillas que sus colaboradores colocaron en la explanada de la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac”, sitio destinado para la ceremonia de su primer informe de Gobierno.

El pueblo bueno y sabio no la arropó. La dejó prácticamente sola. Y no es para menos. A Norma Otilia Hernández le quedó grande la Presidencia Municipal.

Durante 12 meses han sido más los errores que los aciertos.

Sólo la mayoría de los integrantes del Cabildo y sus colaboradores (asesores, secretarios y directores) siguen creyendo en sus mentiras y aplaudiendo sus ocurrencias. Y lo que es peor: todavía le siguen metiendo la idea de que puede ser senadora en 2024 y gobernadora en 2027. ¡Por favor! Dios nos libre.

Si no puede con los problemas de Chilpancingo, menos podrá con los que enfrentan los 85 municipios (incluidos los 4 de recién creación).

Si no fuera por la asistencia de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y del senador Félix Salgado Macedonio, el primer informe de Gobierno de Norma Otilia Hernández hubiera estado peor.

Insisto, el pueblo dejó sola a la presidenta municipal la tarde-noche del viernes 7 de octubre.

Los que ocuparon las sillas fueron los invitados especiales (funcionarios estatales, legisladores, alcaldes de otros municipios, dirigentes partidistas, líderes universitarios, trabajadores municipales, transportistas y algunos líderes de colonias).

Las gráficas no mienten. Solamente se ocuparon el 60 por ciento de las sillas colocadas en la explanada de la plaza cívica. El desencanto del pueblo, pues.

Además, un grupo de ciudadanos de la colonia Jardines de Zinnia le arruinaron su informe, ya que se levantaron de sus asientos en protesta para que sean atendidas sus demandas de pavimentación de acceso principal y contra el fraude en la construcción de sus viviendas.

Algo que se le cuestionó a la alcaldesa capitalina durante los primeros meses de su administración fue su irresponsabilidad de permitir la realización eventos culturales y religiosos masivos, precisamente en la etapa más crítica de la pandemia por el Covid-19, que cobró varias vidas en Chilpancingo.

Durante varios meses, Chilpancingo encabezó la lista de contagios y fallecimientos por Covid-19, superando incluso a Acapulco, municipio que cuenta con el triple de habitantes.

En materia de seguridad pública, Norma Otilia Hernández está reprobada, ya que durante varias semanas los robos a mano armada, extorsiones y homicidios se dispararon en la capital.

Uno de los homicidios que más conmocionó a los chilpanguenses fue el del periodista Fredid Román Román, quien el pasado 22 de agosto fue atacado a balazos cuando salía de su oficina, ubicada a cuatro cuadras del zócalo y en el que durante más de 15 años editó el periódico “La Realidad”, del que fue fundador y director general.

El 22 de noviembre de 2021, 53 días después de haber rendido protesta como presidenta municipal, llamó a la sociedad a organizarse para su autoprotección, como ya lo habían hecho algunos vecinos, quienes por su propia cuenta detuvieron y amarraron a presuntos ladrones para entregarlos a la ineficiente policía municipal.

Y no sólo eso. Doña Norma Otilia se atrevió a decir que la seguridad “no es responsabilidad de las instituciones”. ¡Recontra Zas!

Es claro que se rodea de pésimos asesores y cortesanos que le ocultan lo que realmente ocurre en el pueblo.

Algo que también se le cuestiona a Norma Otilia Hernández es su falta de seriedad para gobernar un gran pueblo como lo es Chilpancingo, ya que privilegia más las panchangas y la frivolidad.

Sobre advertencia, no hay engaño. Lo adelantamos desde 2020.

Advertimos en esta columna que la entonces diputada local no representaba un proyecto serio para Chilpancingo y sus comunidades, porque lo suyo era (y lo sigue siendo) el show, el espectáculo, las pachangas… y no darle solución a los principales problemas de los chilpanguenses.

He señalado también que no está mal que la alcaldesa se divierta en las pachangas. Está en su derecho de hacerlo, pero debe reconocer que hay asuntos más importantes que atender.

El pan y circo no siempre funciona.

Ojalá rectifique en el segundo año de su administración y cumpla con los compromisos que hizo cuando andaba en campaña. De lo contrario, pasará a la historia como la peor gobernante de Chilpancingo.

ENTRE OTRAS COSAS… La lucha por la Secretaría General de la Sección XIV del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha iniciado.

Hay varios aspirantes a suceder en el cargo al inepto de Javier San Martín Jaramillo, pero de eso hablaremos en otra entrega.

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E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com

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