¡Justicia para Fredid Román!

Por: Efraín Flores Iglesias

Matar a periodistas se ha convertido en un deporte nacional desde hace varios años en México y que se ha acentuado aún más en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en sus “Mañaneras” (conferencias de prensa matutinas) se ha dedicado a criticar a ciertos periodistas que considera enemigos de su proyecto de gobierno y reconocer a los afines.

Y los que aprovechan mejor la estrategia de seguridad federal de “abrazos y no balazos” han sido los grupos del crimen organizado que operan impunemente en diversas regiones del país.

En lo que va del 2022 han sido asesinados 15 periodistas. El último fue Fredid Román Román, autor de la columna “La Realidad Escrita”, que se publicaba en el periódico “Vértice” y otros medios impresos del estado de Guerrero, y conductor del programa “La Realidad de Guerrero”, que transmitía a través de la red social Facebook.

Fredid Román nació en Oxtotitlán, municipio de Teloloapan, el 3 de noviembre de 1963. Y, a muy temprana edad, fue traído por sus padres para radicar en la zona rural de Chilpancingo.

Sus estudios de bachillerato y licenciatura (Derecho) los realizó en la Universidad Autónoma de Guerrero, pero antes de eso ya tenía la intención de incursionar en el periodismo.

El primer periódico en que laboró como reportero fue en “Primero de Guerrero”. Después en el periódico “Pueblo”, que durante tres décadas dirigió don Gustavo Salazar Adame.

De acuerdo a don Héctor Contreras Organista, uno de los decanos del periodismo en Chilpancingo, Fredid Román dejó “Pueblo” y se incorporó al periódico “Palabra”, que fundó en la década de los 80s el profesor Pioquinto Damián Huato y que dirigió durante unos años don Leoncio Domínguez Covarrubias. En “Palabra”, Fredid fue autor de la columna “Templete Político”. De hecho, se estrenó como columnista en esa época.

Posteriormente, colaboró en el periódico “Expresión Popular” con su amigo Javier Cordero Muñoz.

También fue corresponsal en Guerrero de la influyente revista “Quehacer Político”. Fredid Román fue un periodista que supo relacionarse muy bien con la clase política, a tal grado que en 1994 fue secretario de Información y Propaganda del Comité Directivo Estatal del PRI, que en ese año dirigió Ángel Heladio Aguirre Rivero.

En 1996, Aguirre Rivero en su calidad de gobernador sustituto de la entidad, lo nombra subdirector de Comunicación Social comisionado a la Secretaría de Educación Guerrero (SEG).

A Fredid lo conocí en el año 2008, cuando dirigía el periódico “La Realidad”, el cual se imprimía en la capital del estado. En ese entonces, un servidor tenía una columna que llevaba por nombre “Enfoque Parlamentario” y que se publicaba en el periódico “Novedades Chilpancingo”.

No fuimos grandes amigos, pero siempre fue respetuoso conmigo. Lo consideré siempre un periodista serio, profesional y que amaba lo que el gran Gabriel García Márquez denominó “el mejor oficio del mundo”: el periodismo.

También le gustaba jugar fútbol soccer y tomar café.

No escribía temas de violencia. Tal vez lo hizo en sus inicios como reportero de nota roja, allá por los años 80s.

En su columna “La Realidad Escrita” analizaba el escenario político actual y cuestionaba, eso sí, a algunos funcionarios que no estaban haciendo bien su trabajo.

Lamentablemente, las balas del odio acabaron con su vida la tarde del lunes 22 de agosto del presente año en Chilpancingo, el municipio que gobierna irresponsablemente la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, quien prefiere más las pachangas que prevenir los delitos.

El pasado 1 de julio a Fredid le mataron a uno de sus hijos en la comunidad de El Ocotito. Desde luego que eso le causó un gran dolor a él y a su familia.

Su muerte conmocionó a todo el gremio periodístico del país y a un sector de la sociedad en Guerrero que lo conoció por su profesionalismo como periodista.

Ojalá el crimen de mi colega columnista no quede impune como ha ocurrido con otros casos de periodistas asesinados en el país. La Fiscalía General del Estado (FGE), que encabeza la teniente coronel Sandra Luz Valdovinos Salmerón, tiene mucha tarea por hacer.

La cruzada del presidente López Obrador contra la prensa en nada ayuda para frenar el asesinato de los profesionales de la comunicación en el país. Debería ser más responsable con ese tema.

Fredid Román Román, insisto, es el decimoquinto periodista silenciado a balazos por mentes perversas.

A través de este espacio me uno para exigir justicia por su asesinato, así como el de los demás colegas.

¡Ya no más periodistas muertos en ningún rincón del país! Es cuanto.

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