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Ciudad de México, Septiembre 25.- La contaminación del aire no solo afecta los pulmones o el corazón: nuevos estudios sugieren que también podría estar dañando la visión de los niños.


Aunque durante años se ha atribuido principalmente a factores genéticos y al uso excesivo de pantallas, probablemente se le sume la mala calidad del aire al deterioro de la visión en niños.


¿Cómo la contaminación del aire puede afectar la visión de los niños?


Un estudio publicado por PNAS Nexus, una revista científica revisada por pares, concluyó que aunque la genética sigue siendo el principal factor de riesgo para los problemas de visión en los niños, los menores que viven en zonas con alta contaminación del aire tienden a presentar una peor agudeza visual.


En contraste, aquellos expuestos a un aire más limpio muestran una salud ocular significativamente mejor, lo que plantea una inquietud creciente sobre los efectos ambientales en la salud infantil.


Zongbo Shi, uno de los autores principales del estudio y profesor de biogeoquímica atmosférica en la Universidad de Birmingham (Reino Unido), explicó que la contaminación atmosférica está contribuyendo al desarrollo de miopía en los niños.


“Esto significa que, si su exposición a la contaminación atmosférica es alta, el riesgo de desarrollar miopía es mayor”, afirmó Shi.


Qué dice el estudio de PNAS Nexus sobre NO₂, PM2.5 y la salud ocular infantil
La investigación se centró en la exposición prolongada de niños en edad escolar a dos tipos de contaminantes clave: el dióxido de nitrógeno (NO₂), producido principalmente por el tráfico vehicular y procesos industriales; y las partículas finas PM2.5, que provienen de la quema de combustibles fósiles y otras fuentes.


Los datos se recopilaron en China, donde la calidad del aire ha sido una preocupación de salud pública durante años. El estudio encontró una correlación significativa entre la exposición a estos contaminantes y un mayor número de casos de miopía, también conocida como visión corta.


La miopía es un defecto refractivo que impide ver con claridad objetos lejanos y cuya prevalencia ha ido en aumento globalmente.


Niños de primaria: los más beneficiados de «aire limpio»


Sin embargo, cuando los investigadores modelaron escenarios de «aire limpio», observaron que una reducción de los niveles de PM2.5 y NO₂ hasta los mínimos registrados durante la investigación se relacionaba con una mejora notable en la visión de los estudiantes.


Los mayores beneficios del aire de mejor calidad fueron niños de educación primaria, quienes mostraron una mejora en la agudeza visual, casi el doble de significativa en comparación con los estudiantes de secundaria. Este hallazgo sugiere que la intervención temprana puede ser clave para mitigar los daños a largo plazo.


“Los resultados indican que la calidad del aire es un factor ambiental crítico y potencialmente modificable para proteger la salud visual de los niños, junto con la predisposición genética y los estilos de vida”, señala el equipo investigador.


¿Por qué la miopía infantil está en aumento?


De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la miopía se ha convertido en una epidemia global. Se estima que para 2050, casi el 50% de la población mundial será miope.


Las razones detrás de este aumento incluyen el uso excesivo de dispositivos electrónicos, la falta de exposición a la luz natural y, como ahora indican las investigaciones más recientes, factores ambientales como la calidad del aire.

La OMS también ha señalado que mejorar los entornos urbanos, aumentar las áreas verdes y reducir las emisiones contaminantes no solo beneficia la salud respiratoria y cardiovascular, sino también la salud visual, especialmente en niños.


Más allá de los ojos: posibles efectos neurológicos


Aunque el foco del estudio fue la visión, los expertos advierten que la contaminación atmosférica podría tener impactos aún más amplios en el desarrollo neurológico infantil.


Según una Investigación de la National Library of Medicine, las partículas contaminantes ultrafinas pueden penetrar en el sistema nervioso central a través del nervio olfativo o la circulación sanguínea, lo que plantea un riesgo potencial para el desarrollo cognitivo en etapas tempranas de la vida.


Al igual, el artículo sugiere que los mismos contaminantes vinculados a la miopía podrían estar relacionados con trastornos como el TDAH, ansiedad o dificultades de aprendizaje, aunque se requieren más estudios para confirmar estos efectos.


Los resultados del estudio publicado en PNAS Nexus muestran una asociación clara entre la exposición a contaminantes del aire —específicamente dióxido de nitrógeno y partículas finas— y un mayor riesgo de desarrollar miopía en niños.

Aunque se necesita más investigación para entender completamente los mecanismos biológicos involucrados, la evidencia actual sugiere que la calidad del aire es un factor ambiental que debe considerarse en las estrategias de prevención de problemas visuales en la infancia.