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Estados Unidos. Cada día, algún país en el mundo ejecuta o condena a muerte a al menos una persona como castigo por delitos como homicidio, tráfico de drogas, terrorismo, adulterio, espionaje, oposición al gobierno, ofensa a la religión y fraudes financieros.
Al cierre de 2021, la organización Amnistía Internacional registró dos mil 052 condenas a muerte en 56 países, lo que supuso un incremento de 39% con respecto a las registradas en 2020.
Al finalizar ese mismo año había en todo el mundo al menos 28 mil 670 personas condenadas a la pena capital.
En cuanto a las ejecuciones, se contabilizaron 579 (24 de ellas mujeres) repartidas en 18 países, los mayores casos en China, Irán, Arabia Saudita, Egipto y Siria, lo que supuso un incremento de 20% respecto a las 483 registradas en 2020.
Hoy se conmemora el Día Mundial contra la Pena de Muerte. En este contexto, no todo es desesperanzador, dijo Edith Olivares Ferreto, directora ejecutiva de Amnistía Internacional en México.
«En 1977, solamente 16 países habían abolido totalmente la pena de muerte. Para finales del año 2021 ya más de 108 países, más de la mitad de los países del mundo, ya han abolido esta pena”, afirmó.
«Consideramos que es un gran logro para la organización, pero, yo diría, para la humanidad en su conjunto”, agregó Olivares.