Por: Edelmiro Castro Sedano

La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, aspirante a candidata a presidencia de la república por obra y gracia del presidente Andrés Manuel López Obrador y por tanto corcholata distinguida, carece de los atributos necesarios para esa enorme responsabilidad según ella misma ha demostrado a su paso por diferentes áreas de gobierno.

Lo más destacado en su paso como titular en la Delegación Tlalpan y que descobijó toda la corrupción existente en su gobierno es el desplome del edificio del colegio Rébsamen que le construyeron dos plantas más, sin la autorización de la Delegación, y los cimientos no soportaron el peso con el terremoto que lo dejó por los suelos y la consiguiente muerte de varios niños y personas. Hasta la fecha se desconoce si los funcionarios responsables del caso han sido sancionados o llevados a la justicia, porque fueron muchos niños fallecidos como consecuencia del desplome del mencionado edificio.

Se habla que la directora del plantel tiene cargos ante la justicia pero más culpa tienen los funcionarios que permitieron la construcción de las dos plantas no autorizados.

Ahora como jefa de Gobierno de la Ciudad de México le han sucedido dos casos de accidentes en el Sistema Colectivo Metro. Primero en la famosa Línea Dorada que hasta la fecha sigue sin funcionar porque los trabajos de reconstrucción y reparación avancen a pesar de que el señor Carlos Slim se comprometió ante el presidente a reparar el daño sin costo para el gobierno.

Mas de la responsabilidad de los funcionarios nada se dice o cuando mucho los hacen renunciar y colocarlos en otras áreas resultando el peor castigo, según ellos.

El caso mas reciente es el de la línea 3 que originó la muerte de una estudiante universitaria y otras 49 personas lesionadas. Nadie ha sido consignado ante las autoridades judiciales.

Según AMLO los opositores se frotan las manos para que haya más accidentes. Bien sabe el presidente desviar la atención del accidente para encubrir a su corcholata preferida culpando a los opositores de ello pero no asume su propia responsabilidad en el caso de los accidentes del metro que sin duda se deben a la falta de mantenimiento del equipo debido a los recortes presupuestales, según lo declaró el líder del sindicato del metro.

No hay indicios de que los accidentes o descomposturas hayan sido producto de sabotajes. Sólo se explica que es resultado de no saber decir que NO al presidente cuando de afectar el servicio se trata. Pero Claudia desea proteger su imagen política militarizando la seguridad del metro.

Es importante resaltar que Claudia, al momento del accidente, no estaba en su despacho como es su obligación y responsabilidad legal en su calidad de jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Se dio a conocer que andaba por Michoacán haciendo su precampaña hacia la presidencia de la república y que se trasladó en helicóptero que la proporcionó el gobernador del estado.

Vaya personaje tan irresponsable con sus encargos oficiales que la cuatroté y Morena nos presentan a los mexicanos como su abanderada hacia la Primera Magistratura de la nación.

Que desgracia se nos avecina.