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Estados Unidos. Desde que llegó a EE.UU. a finales de la década de 1980, dejando su natal Guanajuato (México), Martín Pineda no ha dejado de trabajar. En el campo, limpiando casas y ahora en una planta de embutidos. Le quedan pocos años para jubilarse pero, cuando lo haga, no tendrá acceso a una pensión. El motivo: la falta de un estatus migratorio.
Cientos de migrantes como él, de Latinoamérica y África, se manifestaron este martes frente a la Casa Blanca para exigir al presidente de EE.UU., Joe Biden, que cumpla con su promesa de campaña de ofrecer un estatus legal a los casi 11 millones de personas indocumentadas que viven en Estados Unidos.
«Ni en México ni aquí puedo recibir una pensión. Se me hace muy injusto vivir tantos años aquí y pagar impuestos (…) para que ahora me pague de esa manera este Gobierno», cuenta a EFE Pineda, que vive a las afueras de Chicago (Illinois).
A los pocos días de asumir su mandato en enero de 2021, Biden envió al Congreso un proyecto de ley que reformaba el sistema migratorio. Consiguió el apoyo de la Cámara Baja, entonces controlada por los demócratas, pero no cuajó en el Senado, donde los progresistas tenían y tienen la mayoría.
Ahora, con una mayoría republicana en la Cámara de Representantes, las posibilidades de que una propuesta favorable a los migrantes consiga la luz verde del Legislativo antes de que termine el mandato de Biden son escasas.
Los activistas y organizaciones como Voces Unidas Action Fund, que promovieron la marcha de hoy, son conscientes de ello, por lo que proponen al presidente usar su autoridad ejecutiva para dar estatus legal a diferentes grupos migratorios.
«Sabemos que es muy difícil, pero le pedimos que empiece con esos pequeños pasos que traerán mucha dignidad a la comunidad migrante», subrayó Elizabeth Castañeda, una activista de origen colombiano que ayudó a organizar la protesta.