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París, Francia., Tadej Pogacar continúa escribiendo su nombre con letras doradas en la historia del ciclismo. Este domingo, el esloveno conquistó su cuarto Tour de Francia tras finalizar la última etapa en París, en la que el belga Wout van Aert se llevó la victoria parcial. Con este nuevo título, Pogacar iguala los cuatro títulos del británico Chris Froome y se queda a uno del selecto grupo de ciclistas con cinco Tours en su palmarés: Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y Miguel Induráin.
El líder del UAE Team Emirates dominó la competencia desde el arranque en Lille el 5 de julio, y aunque durante la última semana adoptó una estrategia más conservadora, mantuvo una ventaja sólida de 4 minutos y 24 segundos sobre su más cercano perseguidor, Jonas Vingegaard, quien finalizó segundo en la general. El alemán Florian Lipowitz, del Red Bull-Bora, cerró el podio en tercer lugar y además se quedó con el maillot blanco al mejor joven.
LA ETAPA FINAL FUE PARA VAN AERT EN UNA PARÍS PASADA POR AGUA
Después de un año de ausencia por los Juegos Olímpicos, el Tour volvió a París con una emocionante jornada que incluyó, por primera vez, la subida a Montmartre, un tramo de 1.1 kilómetros con 5.9% de pendiente que se recorrió en tres ocasiones.

La lluvia fue protagonista inesperada, y por seguridad, la organización decidió neutralizar los tiempos a falta de 50 kilómetros para la meta, asegurando así la integridad de los 160 ciclistas que completaron los más de 3 mil kilómetros de recorrido.
EL SHOW DE LA ÚLTIMA ETAPA EN EL TOUR
Aunque la clasificación general ya estaba prácticamente definida, la etapa aún ofrecía espectáculo. Pogacar, conocido como el ‘Ogro de Komenda’, atacó en los primeros dos ascensos a Montmartre y buscó cerrar su Tour con una quinta victoria de etapa, pero fue superado en el tercer paso por Van Aert.
El belga, que no había tenido su mejor Tour, atacó con fuerza en el tramo final y cruzó en solitario la meta con 19 segundos de ventaja sobre el grupo perseguidor, dejando a Pogacar en la cuarta posición del día, pero con la sonrisa de un campeón absoluto.